El conglomerado Cox ha anunciado la convocatoria de una asamblea extraordinaria de accionistas el día 4 de noviembre, como primera opción, con el objetivo de ratificar la adquisición de la división mexicana de Iberdrola por un valor de 4.200 millones de dólares (aproximadamente 3.700 millones de euros), tal como informó la empresa este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En caso de no alcanzarse el quórum requerido en esta primera convocatoria, la reunión se pospondrá al 5 de noviembre.
La compra incluye 15 plantas que suman una capacidad de 2,6 gigavatios (GW), divididos en 1.368 megavatios (MW) de plantas de ciclo combinado y cogeneración y 1.232 MW de instalaciones eólicas y fotovoltaicas.
Esta operación también abarca la división comercial, que actualmente lidera el mercado de usuarios calificados de México con un 25% del mercado y más de 20 teravatios hora (TWh), y un portafolio de proyectos de generación en desarrollo que supera los 12 GW de diversas fuentes energéticas.
Cox, al finalizar estos proyectos, efectuará pagos adicionales a Iberdrola por encima de los 4.200 millones de dólares inicialmente pactados.
Con esta estrategia, Cox adelanta la culminación de su plan estratégico para el periodo 2025-2028, anticipando cerrar el año 2025 con ventas proforma cercanas a los 3.000 millones de euros y un Ebitda de 750 millones de euros, según detalló la compañía dirigida por Enrique Riquelme, quien describió la adquisición como “transformacional”, destacando las sinergias importantes que aportará al grupo y afianzando a México como un eje central en la integración de los sectores de agua y energía.
Además, Cox proyecta una inversión total de aproximadamente 10.700 millones de dólares (unos 9.366 millones de euros) en México entre 2025 y 2030, que incluye tanto la adquisición de Iberdrola México como la inversión en nuevos activos energéticos y de agua concesionales, y el desarrollo de nuevos proyectos en colaboración con la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Esta expansión no solo fortalece la posición de Cox en México, sino que también potenciará la creación de empleo y el suministro de soluciones energéticas y hídricas competitivas y adaptadas a las necesidades locales, integrando además a más de 800 profesionales de Iberdrola en México.
Finalmente, esta operación marca la salida completa de Iberdrola de México, después de que en febrero de 2024 concluya la venta del 55% de su negocio en el país por unos 6.200 millones de dólares (aproximadamente 5.800 millones de euros).