La crisis en los mercados globales debido a la escasez de OPV y el aumento de las inversiones privadas y criptomonedas

Archivo - Imagen del Nasdaq.CAMBIUM NETWORKS - Archivo

Este jueves, la Federación Mundial de Bolsas (WFE por sus siglas en inglés) ha emitido una advertencia sobre cómo los mercados públicos, cruciales para la innovación, la generación de empleo y la distribución justa de la riqueza, están siendo afectados negativamente por el crecimiento del capital privado y los activos alternativos como las criptomonedas, además de una notable reducción en las ofertas públicas de venta (OPV) a nivel global en los últimos años.

En un comunicado público, esta entidad que reúne a más de 250 operadores de infraestructuras de mercado, indicó que las OPV han alcanzado su punto más bajo en cinco años, con una disminución particularmente marcada en regiones como Asia Pacífico y Europa, Oriente Próximo y África (EMEA), mientras que América, y especialmente Estados Unidos, continúa mostrando dinamismo.

‘Este descenso no es solo una anomalía estadística, sino que es sintomático de una complacencia generalizada respecto a la vitalidad y la durabilidad de los mercados públicos’, señaló la Federación. Añadió que el incremento de capital privado y de clases de activos alternativos, junto con la reducción de la liquidez y valoraciones en muchos mercados, ‘ha provocado una dislocación preocupante’.

Como consecuencia, las compañías optan por mantenerse privadas por más tiempo o evitan los mercados públicos, mientras que los inversores exploran otras alternativas. Esto pone en peligro el papel esencial de los mercados públicos en apoyo a la innovación, la creación de empleo y la distribución equitativa de la riqueza.

‘La salud de las bolsas públicas proporciona una señal clara sobre la salud financiera de un país’, declaró la WFE, subrayando la necesidad de revitalizar estos mercados como algo ‘no solo deseable, sino esencial’.

La WFE también sugiere que la disminución de las cotizaciones públicas y la actividad comercial debe ser motivo de preocupación para todos los interesados en el crecimiento económico inclusivo, incluidos los participantes de los mercados privados. Propone alinear el ecosistema público-privado, fomentar sinergias, e introducir incentivos para las OPV, además de buscar reformas reguladoras, fiscales y procesales que hagan más atractiva la salida a bolsa para empresas de todos los tamaños.

Finalmente, destacan la necesidad de disminuir la fragmentación del mercado y de promover un modelo que adopte una asunción de riesgos calibrada, junto con campañas que fomenten la confianza y consoliden la reputación de los mercados públicos como lugares seguros, transparentes y generadores de valor.

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