En los últimos doce meses, el precio del arroz ha experimentado un descenso del 35%, alcanzando los 360 dólares (310 euros) por tonelada, lo que representa el valor más reducido desde el año 2017, de acuerdo con la compañía aseguradora Coface.
La caída de precios se atribuye principalmente al cese de las restricciones a la exportación por parte de India, que se habían impuesto durante tres años ante la volatilidad del mercado, lo que ha provocado un aumento en la oferta global de arroz.
Expectativas futuras y efectos regionales
Coface anticipa que la tendencia a la baja en los precios podría prolongarse hasta finales de 2025, motivada por un incremento en la producción y la posible reaparición del fenómeno meteorológico ‘La Niña’. Se espera una estabilización progresiva del mercado en 2026, con precios que podrían estabilizarse en cifras «no vistas» en la última década.
En el contexto global, Asia destaca como el mayor productor y consumidor de arroz, concentrando casi el 90% de ambas actividades. África subsahariana, por su parte, sigue dependiendo fuertemente de las importaciones asiáticas.
En Filipinas, el gobierno ha detenido las importaciones de arroz por un periodo de 60 días desde el 1 de septiembre para favorecer a los productores locales. Indonesia, en cambio, ha optado por una estrategia de soberanía alimentaria, priorizando la producción interna para disminuir su dependencia de las importaciones.
Finalmente, Japón mantiene rigurosos límites de importación bajo la influencia de los lobbies agrícolas para proteger su sector arrocero, aunque Coface advierte que esta política podría perturbar la dinámica del mercado interno.
