Este lunes, el Ibex 35 ha registrado un descenso del 0,75%, situándose en los 13.904,6 puntos a las 9.00 horas. Este movimiento ocurre en medio de una escalada en la guerra de aranceles desencadenada por Donald Trump, quien ha decidido aplicar un arancel del 30% a productos de la Unión Europea (UE).
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, comunicó que la UE aplazará las medidas de represalia previstas para reactivarse este lunes, con la intención de ‘seguir negociando’ con el presidente estadounidense hasta el 1 de agosto, fecha en la que finaliza la prórroga concedida por Trump antes de incrementar al 30% los aranceles actuales a las exportaciones europeas.
Desde el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa se ha transmitido un ‘mensaje de confianza’ a las compañías españolas en respuesta al anuncio de Trump, asegurando que la UE está lista para tomar todas las acciones necesarias, ‘incluida la adopción de contramedidas proporcionadas si fuera necesario’.
En el ámbito corporativo español, Cellnex ha reestructurado con éxito su principal línea de crédito sindicado, elevando el monto a 2.800 millones de euros. Adicionalmente, siete empresas españolas, incluyendo tres del Ibex 35 -ACS, Acerinox y Rovi-, repartirán más de 627 millones de euros en dividendos a sus accionistas esta semana.
Durante los primeros momentos de la sesión, las mayores alzas en el Ibex 35 correspondieron a Enagás (+0,34%) e Iberdrola (+0,19%), mientras que las caídas más significativas se observaron en Rovi (-2,42%), afectada por el efecto ex-dividendo, y Banco Sabadell (-1,4%).
Las Bolsas europeas comenzaron la semana con tendencias diversas; Londres experimentó un leve incremento del 0,04%, mientras que Francfort, Milán y París experimentaron caídas del 0,85%, 0,83% y 0,75% respectivamente.
El precio del barril de crudo Brent, referencia en Europa, experimentó un aumento del 0,2% alcanzando los 70,5 dólares, mientras que el West Texas Intermediate (WTI), referencia en Estados Unidos, subió un 0,19% hasta los 68,58 dólares.
En el mercado de divisas, el euro se cotizaba a 1,1659 dólares, mientras que el rendimiento del bono a 10 años descendía hasta el 3,330%.
