La valoración del turismo en España continúa su descenso, con una reducción adicional de 0,4 puntos durante el tercer trimestre de 2025, ubicándose ahora en 4,3 sobre 10, conforme a la última edición del Barómetro de Percepción Turística de LLYC.
Actualizado trimestralmente, el informe muestra un aumento del 16% en el volumen de diálogos sobre turismo, que se han tornado más críticos. Se nota un incremento del descontento en un 40% desde el comienzo de las mediciones, lo que se traduce en una caída acumulada de 2,9 puntos.
El turismo masivo y su influencia en los precios de la vivienda siguen siendo los principales puntos de fricción social, dominando las discusiones en las plataformas digitales. A pesar de una leve mejora en comparación con el trimestre anterior, estos temas siguen siendo los más discutidos, seguidos por inquietudes relacionadas con la seguridad, que representan el 15% de las menciones.
“El impacto del turismo es especialmente visible en regiones urbanizadas con alto flujo de visitantes”, señala el estudio de LLYC, destacando cómo la gentrificación y la masificación están opacando los encantos tradicionales de los destinos.
Madrid, Cataluña y Andalucía son las comunidades más mencionadas en los debates del verano, presentando un ambiente más polarizado. Cataluña, con la reputación más baja del país (2,8 puntos), ha experimentado un aumento del 42% en las quejas sobre seguridad, convirtiéndolas en la principal preocupación de sus habitantes.
En contraste, Extremadura se posiciona como líder con 7 puntos, seguida de cerca por Aragón y Castilla y León (ambas con 6,7 puntos), donde la cultura se presenta como el principal atractivo, destacando experiencias “únicas” y menos saturadas.
Mientras que la mayoría de las comunidades autónomas han visto caer su percepción turística, Canarias se mantiene estable con 4,5 puntos. En estas islas, aunque el número de mensajes disminuyó un 30% en el segundo trimestre, el tono ha sido más positivo y menos crítico, aunque aún insuficiente para considerarse aprobatorio.
Los descensos más notables se han observado en Galicia, Cantabria, Asturias y La Rioja, donde el incremento de conversaciones sobre gentrificación, deterioro del bienestar local y masificación ha influido negativamente en la percepción general.














