En los siete primeros meses del año se ha registrado un total de 431 muertes por accidentes laborales en España, lo que representa un descenso de cuatro fallecimientos en comparación con el mismo periodo de 2024, equivalente a una reducción del 0,9% según las cifras provisionales del Ministerio de Trabajo y Economía Social.
La mayoría de los accidentes mortales, que suman 153 casos, fueron causados por infartos y derrames cerebrales. Otros incidentes significativos incluyen 60 trabajadores que perdieron la vida debido a caídas, 46 por quedar atrapados o sufrir amputaciones y 43 a consecuencia de accidentes de tráfico.
En el ámbito laboral, se contabilizaron 351 muertes, un descenso del 0,6%, mientras que los accidentes ‘in itínere’ disminuyeron un 2,4%, sumando 80 víctimas. El sector servicios registró 160 fallecimientos, marcando una caída del 11,6%. Contrariamente, en la construcción se observó un incremento de fallecimientos, con 103 casos, un aumento del 25,6% respecto a 2024.
El índice de incidencia de accidentes mortales por cada 100.000 trabajadores cayó un 2,5%, destacando descensos en servicios, agricultura e industria, y un notable aumento en la construcción.
Los accidentes que requirieron baja laboral descendieron un 2,1%, con un total de 356.668 incidentes. Los accidentes graves también mostraron una tendencia a la baja, con 2.153 casos, lo que representa una disminución del 1,5%.
De los 431 fallecidos, 399 eran asalariados y 32 autónomos, manteniéndose esta última cifra igual al año anterior. Los trabajadores por cuenta propia también experimentaron un descenso del 14,6% en los accidentes con baja.