En España, la combinación de subempleo involuntario y la inactividad laboral ha provocado un ascenso significativo en la tasa de desempleo, alcanzando el 19,3% en 2024. Este aumento se debe a la inclusión de ambos factores en el cálculo del desempleo, mientras que la tasa de paro total sin estos componentes se mantuvo en el 11,4% el año anterior.
Según el estudio ‘Retos de las políticas activas en España. Diagnóstico y aproximación a su relación con el desempleo en la última década’, realizado por la Universidad Autónoma de Madrid en colaboración con UGT, uno de cada cinco trabajadores se encontraba fuera del mercado laboral o en empleos de baja calidad en 2024. El informe fue presentado por Lola Navarro, vicesecretaria general de UGT, junto a Eduardo Magaldi, responsable de Política Territorial del sindicato, y Ana Viñas, profesora de Economía de la UAM.
La tasa ampliada de paro en España, que considera el subempleo y la inactividad, es considerablemente superior al promedio de la Unión Europea, que se sitúa en el 11,7%. En cuanto a la distribución por género, las mujeres presentan una tasa de desempleo del 23,7%, mientras que la de los hombres es del 15,3%. Entre los jóvenes, la tasa alcanza el 33,1%, aunque la brecha de género es menos pronunciada en este grupo.
Eduardo Magaldi destacó durante la presentación que el desempleo ‘oculto’ impacta principalmente a mujeres, jóvenes y mayores de 50 años, describiéndolo como ‘un problema de país’. Además, Ana Viñas señaló que, a pesar de una evolución positiva en el empleo en la última década, persisten diferencias estructurales con Europa, brechas de género y altas tasas de paro juvenil y de larga duración.
LA BRECHA TERRITORIAL EN EL DESEMPLEO SUPERA LOS SIETE PUNTOS
El estudio también resalta las disparidades regionales en el desempleo, con diferencias que superan los siete puntos entre comunidades como Navarra y el País Vasco, comparado con Andalucía. La profesora Viñas enfatizó la importancia de incrementar la inversión en políticas activas de empleo, destacando que por cada millón adicional invertido, se reduce el número de desempleados significativamente en varias categorías.
En conclusión, el informe apunta a la necesidad de fortalecer las políticas activas de empleo y mejorar el acceso a la información, calificando estas políticas no como un gasto, sino como una inversión con retornos inmediatos.
