De acuerdo con estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), la deuda pública de Estados Unidos podría escalar hasta el 143,4% de su PIB en 2030, situándose por encima de países como Italia y Grecia. Esta situación le otorgaría a EE.UU. el dudoso título de ‘farolillo rojo’ en términos de deuda entre las naciones desarrolladas.
El FMI ha señalado que se anticipa un incremento de más de 20 puntos en la deuda en los próximos cinco años, con déficits que superarán el 7% anualmente durante el periodo examinado. Este aumento se debe a un creciente desequilibrio fiscal, el mayor registrado entre las economías avanzadas.
Según datos de la Oficina de Presupuestos del Congreso de EE.UU., se espera que la deuda continúe su tendencia alcista, alcanzando el 160% hacia el año 2050.
Recientemente, Scope Ratings ajustó a la baja la calificación de emisor a largo plazo y de deuda sénior no garantizada en moneda local y extranjera de EE.UU., pasando de ‘AA’ a ‘AA-‘. Además, modificó su perspectiva de ‘negativa’ a ‘estable’, argumentando que ‘El deterioro sostenido de las finanzas públicas y el debilitamiento de los estándares de gobernanza han justificado esta rebaja’.
Scope también ha proyectado que la proporción de deuda sobre PIB en EE.UU. podría llegar al 140% en 2030. Además, ha destacado que los desafíos fiscales a largo plazo se intensificarán debido a obligaciones no financiadas, principalmente de Medicare y Medicaid.
La agencia ha subrayado que la ‘One Big Beautiful Bill Act’ (OBBBA) ha empeorado las proyecciones fiscales, estimando que el déficit fiscal alcanzará el 7,4% del PIB en 2025 y una media del 7,8% entre 2026 y 2030.
