Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, ha hecho un llamamiento este jueves para alcanzar un ‘compromiso de país’ con el fin de reducir la siniestralidad laboral. Considera ‘factible’ lograr un consenso en la mesa de diálogo social para reformar la ley de prevención de riesgos laborales antes de noviembre.
‘No podemos esperar más y me parece que la mejor manera de celebrar el aniversario de los 30 años de esta ley es culminar con un gran acuerdo en la mesa de diálogo social, que me parece absolutamente factible, antes del mes de noviembre. Esta materia requiere compromiso de país y ahí estamos trabajando todas las partes para que ese acuerdo se produzca. Por tanto, esa reforma es inaplazable’, destacó la ministra en unas jornadas de salud laboral organizadas por UGT.
Díaz enfatizó que la prevención de riesgos laborales es la cuestión ‘más importante’ de España ya que incide directamente en la vida de las personas. ‘Por tanto, tenemos que legislar y legislar bien para evitar no solamente las muertes en los puestos de trabajo, sino las enfermedades que sufrimos como consecuencia de la prestación de servicios del trabajo’, argumentó.
La vicepresidenta también señaló que los ‘recortes en seguridad y prevención de riesgos laborales matan’, como se ha evidenciado en los ‘dramáticos incendios’ de este verano, y agregó que ‘mata la precariedad’. ‘Y aunque estamos avanzando mucho en nuestro país, hay resquicios fuertes de precariedad en España’, advirtió.
Díaz recordó que en 2024 más de 800 trabajadores fallecieron en accidente laboral, incluyendo los siniestros ‘in itínere’, y destacó que, aunque la mortalidad laboral ha disminuido desde los años 90, cuando morían más de 1.500 personas al año, ‘no puede morir nadie en su puesto de trabajo, ni 600 ni 800’.
‘Son cifras insoportables y el reto es mayúsculo. Y yo le pido aquí compromiso de país a todo el mundo’, subrayó, insistiendo en que la actual Ley de Prevención de Riesgos ha quedado obsoleta después de 30 años, en un entorno laboral muy diferente.
La reforma de esta ley debe enfrentar ‘cinco grandes retos’, según Díaz. El primero es la protección de los trabajadores más vulnerables y dar ‘una mirada de clase’ a la prevención de riesgos laborales. Además, mencionó que la esperanza de vida varía más de diez años dependiendo del barrio de residencia, y que la clase social también influye en la salud de los trabajadores. ‘No es lo mismo vivir en Serrano que en Vallecas. No es lo mismo trabajar en un sitio que en otro’, puntualizó.
Los otros cuatro desafíos a considerar en la reforma son la emergencia climática; la digitalización y las nuevas modalidades de trabajo; la ‘perspectiva feminista’ en la prevención de riesgos, y la salud mental y los riesgos psicoemocionales.
‘La salud mental es el gran elefante en la habitación. Yo escucho hablar de absentismo. No hablar conceptualmente, de manera técnica del absentismo. Ellos (los empresarios) hablan de absentismo al lote. Yo voy a hablar del absentismo conceptualmente, el correcto’, señaló la ministra, que también vinculó muchas incapacidades temporales a enfermedades mentales, relacionadas con ‘las horas extenuantes y al no me da la vida’.
‘Y aquí la jornada laboral, la reducción de la misma, es clave. Si tanto les preocupa el absentismo, si hay una medida clave, como dice la ciencia, para mejorar esta cuestión, se llama reducir la jornada laboral en nuestro país. Esto es si van en serio con los temas que realmente les preocupan. Pero el no me da la vida de la gente trabajadora de este país no puede continuar ya en España’, declaró la ministra.
‘En definitiva, este problema no se resuelve con pastillas, se resuelve con tiempo de calidad en la vida y hay tecnología suficiente para no vivir para trabajar. Y de esto también va la prevención de riesgos laborales’, concluyó.











