En una reciente conferencia en el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), Didier Queloz, galardonado con el Nobel de Física en 2019, destacó las limitaciones de los métodos convencionales de detección astrofísica, como los tránsitos y velocidades radiales, subrayando la urgencia de adoptar técnicas de imagen directa y análisis de atmósferas.
“Tenemos que pasar a la imagen directa; no hay otra vía”, enfatizó Queloz, anticipando que el progreso en astrofísica planetaria dependerá de la implementación de tecnología óptica de vanguardia y telescopios de la próxima generación.
Queloz también abordó la exploración de exoplanetas, resaltando la amplia variedad de estos cuerpos celestes y la generosidad del “universo generoso”.
“El universo ha sido generoso con nosotros porque nunca imaginamos la enorme diversidad de planetas que existirían”, expresó, añadiendo que esta diversidad no significa que la Tierra sea única, pero sí evidencia múltiples procesos de formación planetaria posibles.
Además, defendió la posibilidad de que la vida pueda surgir de manera natural en el universo, siempre que las condiciones en los planetas sean adecuadas por un tiempo prolongado.
“La búsqueda de vida ya no es solo astronomía, es también geofísica y química. Un día haremos una imagen directa de otro planeta como la Tierra, y será un momento histórico para la humanidad”, explicó Queloz.
Durante su estancia en el IAC, supervisó la instalación de un nuevo espectrógrafo de alta estabilidad en el Telescopio Isaac Newton (INT) del Observatorio del Roque de los Muchachos, en La Palma, como parte del proyecto ‘Terra Hunting Experiment’ (THE), centrado en la detección y caracterización de exoplanetas terrestres alrededor de estrellas solares.
En reuniones con el equipo del Laboratorio de Innovación en Opto-Mecánica (LIOM), se discutieron avances en tecnología óptica y la integración de instrumentos avanzados, explorando sinergias en áreas como óptica adaptativa y fotónica.
Coincidiendo con la preparación para recibir el prototipo del telescopio Small ELF, Queloz dialogó sobre los retos técnicos, incluyendo la alineación de espejos, refiriéndose al proyecto SELF/ELF como una “gran aventura científica” y deseando éxito al equipo a cargo.
Queloz, quien recibió el Nobel por descubrir el primer exoplaneta orbitando una estrella similar al Sol en 1995, ha visto cómo su trabajo inicial ha contribuido a identificar más de 6.000 mundos, redefiniendo nuestra comprensión del universo y el papel de la Tierra en él.














