El rendimiento del bono español a diez años se situó este miércoles en el 3,129%, logrando reducir la brecha con el bono alemán hasta los 50,8 puntos. Este es el nivel más reducido desde finales de 2009, marcando un hito en la economía española.
La tendencia decreciente de la prima de riesgo de España se mantiene fuerte, impulsada por un entorno económico favorable. Esto se refleja en las últimas proyecciones de crecimiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) y las recientes mejoras en las calificaciones de solvencia por parte de las principales agencias.
El FMI actualizó sus proyecciones el 14 de octubre, anticipando un crecimiento del PIB español de 2,9% para 2025, lo que representa un aumento de 0,4 puntos porcentuales sobre las estimaciones anteriores, y un 2% para 2026, incrementando en 0,2 puntos. A pesar de una ligera desaceleración en comparación con el 3,5% de 2024, España se posiciona como la economía avanzada de mayor crecimiento este año, superando incluso a Estados Unidos y a la zona euro en los próximos años.
El Gobierno español ha sido incluso más conservador en sus estimaciones que el FMI, ajustando recientemente su previsión para 2025 de 2,6% a 2,7%, mientras mantiene sus expectativas para los siguientes años en torno al 2,1% y 2,2%.
Las agencias Moody’s y Fitch elevaron la calificación de solvencia de España a ‘A3’ y ‘A’, respectivamente, en septiembre, siguiendo la línea de S&P Global Rating, que previamente había elevado la nota a ‘A+’.
SITUACIÓN INTERNACIONAL
La coyuntura de la deuda alemana, que cerró con un rendimiento del 2,621%, también influye en la prima de riesgo española. Asimismo, la inestabilidad política en Francia y las preocupaciones sobre su equilibrio fiscal han llevado a que su deuda cotice al 3,399%, con una prima frente al ‘bund’ alemán de 77,8 puntos. Italia y Grecia, por su parte, cerraron con rendimientos del 3,378% y 3,244%, respectivamente, situándose ambos por debajo de Francia en términos de coste de financiación.
















