Duro Felguera hará un segundo intento este viernes para establecer la mesa negociadora del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) anunciado a finales de junio, tras no lograr un consenso en la reunión inicial del 11 de julio entre la dirección de la empresa y los representantes de los trabajadores sobre el despido colectivo.
Según fuentes cercanas a la negociación citadas por Europa Press, los representantes laborales no consiguieron un acuerdo para formar la mesa, aunque la empresa presentó varias opciones. A pesar de esto, el periodo de cómputo de 30 días ya ha comenzado y se espera que concluya cerca del 10 de agosto.
Se verán implicadas en el ERE cinco empresas del grupo de ingeniería y bienes de equipo, que suman un total de 699 empleados, aunque todavía no se ha especificado el grado exacto de afectación. Las compañías afectadas incluyen Duro Felguera (DFSA), DF Operaciones y Montajes (DFOM), DF Energy Storage, DF Intelligent Systems y DF Green Tech, excluyendo a DF Mompresa y DF Calderería Pesada.
Respecto a los centros de trabajo, el ERE impactará, para DFSA, en las ubicaciones de Asturias y Madrid; para DFOM, en Asturias, Cartagena, Huelva, Tarragona, Las Palmas y Madrid; para DF Energy Storage, en Asturias, Huelva y Madrid; mientras que DF Intelligent Systems y DF Green Tech solo en Asturias.
A finales de noviembre de 2022, los empleados de Duro Felguera apoyaron el primer ERE de la compañía, que resultó en el despido de 180 trabajadores, menos de los 208 inicialmente previstos.
SITUACIÓN CONCURSAL
Este desacuerdo en la formación de la mesa se debe, entre otras razones, a que el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Gijón (Asturias), responsable del estado concursal de Duro Felguera, aprobó la solicitud de la empresa de extender su preconcurso de acreedores hasta el 31 de julio próximo.
La empresa anunció el ERE a los representantes legales de los trabajadores poco después de recibir la segunda prórroga del preconcurso de acreedores por parte de los tribunales asturianos. Duro Felguera ha manifestado su intención de pactar un plan de reestructuración con los acreedores antes de finales de julio para evitar el concurso de acreedores, aunque ha advertido que «implica un riesgo para los accionistas».
La compañía ha indicado que se han realizado «avances» en las negociaciones y que están «en vías de solución cuestiones relevantes para la definición del plan de reestructuración y su impacto patrimonial para la propia compañía.
















