QUIÉN ES QUIÉN
A MANO ALZADA
Duro Felguera dará a conocer su estrategia de viabilidad y futuro en la mesa negociadora del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) el próximo martes 29 de julio. La última sesión para tratar el despido colectivo, que impacta al 18% de sus empleados, se efectuará el jueves 31 de julio, coincidiendo con la finalización del periodo de su preconcurso de acreedores.
El grupo de ingeniería y los representantes laborales se encontraron el jueves anterior, marcando la primera reunión tras la oficialización de la mesa del ERE el viernes 18 de julio. Esta mesa, compuesta por 13 miembros, fue establecida sin lograr un acuerdo previo el 11 de julio entre la dirección y los sindicatos –CCOO, UGT y CSI–.
Se planea que el ERE afecte a 249 empleados, aproximadamente el 17,8% de una plantilla de cerca de 1.400 trabajadores.
«No podemos valorar una medida de esta envergadura sin garantías reales de sostenibilidad y de mantenimiento del empleo. Es fundamental evitar que, dentro de unos meses, volvamos a enfrentarnos a una situación similar. No olvidemos que en 2022 ya se ejecutó un ERE», señaló Susana Fernández, del sindicato CSI.
El plan de viabilidad propuesto por la empresa sugiere «abandonar aquellas áreas que suponen pérdidas» para enfocarse en contratos más pequeños y menos riesgosos. Además, el sindicato CSI ha demandado una detallada explicación del plan para contar con un sólido proyecto industrial a futuro.
«Entendemos que la peor situación sería que se declare el concurso, que esperemos que no sea eso», indicó Ángel Martínez, presidente del comité de empresa de Duro Felguera por CCOO, subrayando la importancia de resolver varias incertidumbres, como la venta de la fábrica de calderería pesada en Gijón y las negociaciones con bancos y la SEPI.
Las negociaciones se producen en un contexto donde el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Gijón ha extendido el preconcurso de acreedores hasta el 31 de julio, proporcionando un margen para llegar a un acuerdo con los acreedores y evitar el concurso, aunque implica riesgos para los accionistas.
