El presidente estadounidense, Donald Trump, y el primer ministro de Australia, Athony Albanese, han oficializado un acuerdo “histórico” que establece un marco bilateral para el manejo de los minerales críticos y las tierras raras, buscando fortalecer “una cadena de suministro segura” para las industrias de defensa y comerciales de ambos países, y así contrarrestar la dominancia de China en este sector.
“Dentro de un año, tendremos tantos minerales críticos y tierras raras que no sabrán qué hacer con ellos. Valdrán unos 2 dólares”, declaró Trump en tono jocoso antes de la firma del acuerdo en la Casa Blanca.
Además, ambos países se comprometieron a invertir al menos 1.000 millones de dólares (858 millones de euros) cada uno en un fondo de 8.500 millones de dólares (7.292 millones de euros) destinado a proyectos clave sobre minerales críticos en Australia y los EE.UU. durante el próximo semestre.
Entre estos proyectos, el Gobierno de Australia ha prometido apoyo financiero al Proyecto de Recuperación de Galio de Alcoa-Sojitz en Wagerup, Australia Occidental, que se espera suministre hasta el 10% del galio mundial, un componente crucial para la defensa y la producción de semiconductores. También se incluye el proyecto Arafura Nolans en el norte de Australia, que podría aportar hasta el 5% de las tierras raras globales.
Desde la Casa Blanca se ha destacado el fortalecimiento de la cooperación entre las naciones para impulsar el abastecimiento seguro de estos minerales esenciales para la fabricación de tecnologías avanzadas de defensa, aprovechando la demanda industrial de Estados Unidos y las capacidades de almacenamiento y la Reserva Estratégica de Minerales Críticos de Australia.
“Australia posee una gran cantidad de minerales críticos y tierras raras, cruciales para la defensa y otras tecnologías avanzadas”, manifestó el primer ministro Albanese, destacando la importancia de esta colaboración en las cadenas de suministro. “No hay amigos ni aliados más cercanos que Estados Unidos y Australia”, concluyó.
A principios de octubre, China restringió la exportación de tierras raras citando motivos de seguridad nacional, lo que provocó que Trump amenazara con imponer “aranceles masivos” y con alterar la próxima cumbre entre los líderes de las dos mayores economías del mundo, prevista para finales de mes en Corea del Sur.