Tras el cierre gubernamental más prolongado en la historia de Estados Unidos, que duró 41 días, el país espera comenzar a eliminar las restricciones de vuelos en los principales aeropuertos una semana después de su conclusión, confirmó el secretario de Transporte, Sean Duffy.
Se anticipa que la Cámara de Representantes de EE.UU. apruebe una legislación este miércoles para reabrir el gobierno, informó ‘Bloomberg’. Posteriormente, el presidente Donald Trump deberá firmar la ley, respaldando así el acuerdo que previamente había sido sancionado por el Senado.
Recientemente, el Departamento de Transporte junto con la Administración Federal de Aviación (FAA) indicaron a las aerolíneas un plan para disminuir el número de vuelos domésticos en los 40 aeropuertos más concurridos, comenzando con una reducción del 4% y elevándose hasta el 10% para el 14 de noviembre.
La falta de controladores, las condiciones meteorológicas adversas y los recortes impuestos han causado numerosas cancelaciones y demoras, especialmente afectando aeropuertos importantes como los de Nueva York, Chicago y Boston.
Delta Air Lines, una de las aerolíneas más impactadas, ha visto cómo estos recortes han mermado sus finanzas. “Hemos tenido algo más de 2000 cancelaciones. Es imposible recuperarlas en un trimestre. Así que, sí, ha habido un impacto”, declaró Ed Bastian, CEO de la compañía, en ‘Bloomberg Television’. A pesar de los desafíos, la empresa registró un aumento del 45% en beneficio neto, alcanzando los 3.786 millones de dólares (3.270 millones de euros) hasta septiembre, y mantenía expectativas de una fuerte demanda en los meses finales del año, apoyada por el segmento de alta gama.
