Las autoridades de Estados Unidos han anunciado la desarticulación de una trama de contrabando de tecnología de inteligencia artificial vinculada a China, dedicada a sacar del país unidades de procesamiento gráfico (GPU) de Nvidia. La operación ha derivado en la detención de dos empresarios de origen chino y en un amplio despliegue judicial y policial.
El Departamento de Justicia de EEUU explicó que la denominada “Operación Gatekeeper” ha servido para desmantelar una red que enviaba tecnología de IA a China y a otros destinos sujetos a fuertes restricciones. Como parte del dispositivo, se han incautado GPU avanzadas valoradas en más de 50 millones de dólares (43 millones de euros).
En el centro del caso figura el empresario Alan Hao Hsu, residente en Missouri City, y su compañía, Hao Global, que se declararon culpables el pasado 10 de octubre de delitos de contrabando y de vulnerar la normativa de exportación estadounidense. Según las autoridades, Hsu y Hao Global recibieron más de 50 millones de dólares mediante transferencias bancarias procedentes de China para financiar el esquema, que incluía el envío de GPU a la República Popular China, Hong Kong y otros destinos restringidos, en violación de las leyes de exportación de Estados Unidos.
De acuerdo con documentos judiciales recientemente desclasificados, entre octubre de 2024 y mayo de 2025 Hsu y otros implicados exportaron e intentaron exportar GPU Tensor Core Nvidia H100 y H200, empleadas en aplicaciones de IA y computación de alto rendimiento, por un valor mínimo de 160 millones de dólares (137 millones de euros). Este material estaba sujeto a control de exportación y, para sortearlo, los acusados habrían falsificado la documentación, describiendo de forma incorrecta la naturaleza real de los productos y de sus destinatarios con el fin de ocultar el destino final de las GPU.
En el marco de la misma operación se ha detenido también a los ciudadanos de origen chino Fanyue Gong, residente en Nueva York y propietario de una empresa tecnológica en esa ciudad, y a Benlin Yuan, ciudadano canadiense y consejero delegado de una compañía de servicios informáticos que actúa como filial de una gran empresa china de TI.
Los cargos presentados sostienen que Gong y Yuan habrían conspirado de manera independiente con empleados de una firma de logística con sede en Hong Kong y con una empresa de tecnología de IA radicada en China para esquivar los controles de exportación de Estados Unidos.
Por estos hechos, Alan Hao Hsu se enfrenta a una pena máxima de hasta 10 años de prisión. La sociedad Hao Global podría ser sancionada con una multa equivalente al doble de las ganancias brutas obtenidas con el delito. En paralelo, Yuan afronta una posible condena de hasta 20 años de cárcel y Gong se expone a un máximo de 10 años de prisión.
“Estados Unidos ha enfatizado desde hace mucho tiempo la importancia de la innovación y es responsable de una increíble cantidad de tecnología de vanguardia, como los chips informáticos avanzados que hacen posible la IA moderna”, declaró el Fiscal General Adjunto de Seguridad Nacional, John A. Eisenberg.
“Esta ventaja no es gratuita, sino el resultado del arduo trabajo y sacrificio de nuestros ingenieros y científicos. La División de Seguridad Nacional, junto con nuestros socios, aplicará rigurosamente nuestras leyes de control de exportaciones y protegerá esta ventaja”, añadió.
El anuncio sobre la red de contrabando ha coincidido en el tiempo con la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de autorizar a Nvidia a comercializar sus chips de inteligencia artificial H200 a cambio de una comisión del 25% sobre las ventas.
“Esta política”, ha asegurado Trump, “respaldará el empleo estadounidense, fortalecerá la industria manufacturera estadounidense y beneficiará a los contribuyentes estadounidenses”. El presidente también ha precisado que “el Departamento de Comercio está ultimando los detalles, y el mismo enfoque se aplicará a AMD, Intel y otras grandes empresas estadounidenses”.
La autorización para vender los H200 a China supone un importante logro para Nvidia en su campaña para que Trump y el Congreso relajen los controles de exportación que le impedían colocar sus chips de IA en la segunda mayor economía del planeta. Su fundador, Jensen Huang, ha estrechado lazos con Trump desde las elecciones de noviembre de 2024 y ha aprovechado esta relación para sostener que las actuales restricciones favorecen sobre todo a grandes competidores chinos como Huawei Technologies Co., en detrimento de las compañías estadounidenses que cotizan en el Ibex 35 y otros índices internacionales.











