La eficiencia energética en instalaciones y edificios se ha consolidado como la prioridad número uno en materia de infraestructuras para las organizaciones que quieren avanzar en descarbonización y ganar competitividad. De este modo, ha pasado a encabezar el ránking tras situarse en 2023 en el séptimo lugar, de acuerdo con el “Siemens Infrastructure Transition Monitor 2025”, elaborado a partir de una encuesta a 1.400 altos directivos y representantes de administraciones públicas de 19 países.
El documento refleja igualmente que cada vez más organizaciones consideran que la generación de energía renovable “in situ” y la electrificación de los sistemas de calefacción y refrigeración se encuentran ya en etapas maduras o en una fase avanzada de despliegue.
Según el estudio, más de la mitad de los participantes prevé aumentar durante los próximos doce meses sus presupuestos destinados a eficiencia energética (57%), a tecnologías de edificios inteligentes (55%) y a la electrificación de edificios (54%).
Pese a este impulso, la transformación hacia edificios con emisiones netas cero continúa viéndose limitada por una “brecha de financiación”, en la que influyen la falta de capital disponible, el encarecimiento de la energía y el alto coste de adquisición de nuevos equipos y soluciones tecnológicas.
Para responder a estos obstáculos, Siemens está promoviendo esquemas de Energía como Servicio (Energy-as-a-Service, EaaS), que permiten reemplazar grandes inversiones iniciales (“capex”) por gastos operativos vinculados a resultados concretos, apoyándose en las capacidades de financiación interna de Siemens Financial Services.
Estos modelos se diseñan en torno a objetivos garantizados, como determinados niveles de ahorro energético y de reducción de emisiones de CO₂, con el propósito de acelerar los proyectos de modernización y asegurar un retorno de la inversión atractivo y predecible.
El informe resalta además la relevancia de las tecnologías digitales en este proceso de transformación: el 55% de las organizaciones percibe que la digitalización tiene un impacto fuerte o incluso transformador en la eficiencia energética, el 56% confía en que permitirá recortar costes y el 55% estima que contribuirá a mejorar la salud y la seguridad de las plantillas.
Sin embargo, solo la mitad de las entidades afirma disponer actualmente de los datos necesarios para tomar decisiones bien fundamentadas en materia de descarbonización, lo que pone de relieve la urgencia de implantar tecnología específica para edificios y soluciones avanzadas de monitorización y análisis.
Según destacó Susanne Seitz, CEO de Buildings en Siemens Smart Infrastructure, los edificios se están consolidando como “activos estratégicos” en la transición de infraestructuras, apoyados en tecnologías como la inteligencia artificial, las plataformas digitales y los sistemas autónomos, que permiten avanzar en eficiencia, detección inteligente de anomalías, seguridad física y bienestar de los ocupantes.










