El Banco de Francia ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento para la economía gala en 2025 y 2026, apoyándose en "las sorpresas positivas" registradas en la actividad durante la segunda mitad del año, pese a la falta de presupuestos para 2026, cuya aprobación volvió a naufragar este viernes.
Las nuevas proyecciones del banco central francés se basan en los supuestos incluidos en el proyecto de ley de presupuestos y en el proyecto de ley de financiación de la seguridad social para 2026, presentados en octubre, de modo que "no tienen en cuenta los cambios legislativos ocurridos desde entonces".
La institución que encabeza François Villeroy de Galhau resalta que el avance del 0,5% del PIB en el tercer trimestre de 2025 fue "muy superior" al calculado en septiembre. Estas "sorpresas positivas a corto plazo" llevan a estimar ahora un crecimiento del PIB real del 0,9% en 2025, dos décimas más que en septiembre, mientras que para 2026 el organismo prevé una expansión del 1%, frente al 0,9% proyectado anteriormente.
"Las revisiones positivas en 2025 y 2026 se deben principalmente a las sorpresas favorables en la actividad económica durante el segundo semestre, que tienen un impacto al alza en el crecimiento anual en 2025 y, por efecto de arrastre, en el crecimiento anual en 2026", detalla el Banco de Francia, que contempla también un escenario algo más benigno en cuanto a la demanda mundial de bienes y servicios franceses, los tipos de interés a largo plazo y la evolución de los precios energéticos.
Mirando más allá, para 2027 se mantiene una previsión de crecimiento del PIB del 1%, una décima menos que en septiembre, mientras que para 2028 se calcula un avance del 1,1%, aproximándose a la tasa potencial, impulsado sobre todo por la demanda interna y, en menor proporción, por el sector exterior.
El Banco de Francia advierte, no obstante, de que la economía seguirá expuesta a shocks externos, tanto internacionales como domésticos. En este marco, cifra en una décima el impacto negativo directo de los aranceles estadounidenses, concentrado mayormente en 2026, mientras que el efecto de la incertidumbre comercial restará dos décimas al crecimiento acumulado del PIB entre 2025 y 2026, una corrección a la baja respecto a los cálculos previos, "dada una evolución más favorable de esta incertidumbre".
Por otra parte, las estimaciones del banco central sobre el efecto adverso de la incertidumbre vinculada a la política económica nacional apuntan a una pérdida de algo más de 0,2 puntos de PIB, con un impacto localizado sobre todo en 2025, aunque con cierto arrastre en 2026.
En una entrevista con 'Le Figaro', recogida por Europa Press, el gobernador del Banco de Francia avisa de que, pese a la mejora de las previsiones, "el crecimiento es resiliente, pero no suficiente" y que la economía francesa podría comportarse mucho mejor sin el actual nivel de incertidumbre política, que está llevando a las familias a priorizar el ahorro frente al consumo.
En relación con las tensiones en las cuentas públicas, Villeroy de Galhau recalca la necesidad de "cumplir nuestra promesa de reducir el déficit del 5,4% del PIB en 2025 al 3% en 2029", advirtiendo de que, si no se logra, Francia se verá abocada a un serio corsé presupuestario.
"Más allá de un déficit del 5%, Francia se estaría poniendo claramente en peligro", insiste el banquero central, que considera clave evitar un repunte del diferencial de los tipos de interés de la deuda francesa.
Bloqueo en la aprobación de los presupuestos
Este viernes, el primer ministro francés, Sébastien Lecornu, ha admitido el "fracaso" de la comisión mixta, integrada por diputados y senadores pero sin presencia del Ejecutivo, en su intento de consensuar un texto definitivo del proyecto de presupuestos para el próximo ejercicio.
"El Gobierno reconoce el fracaso de la comisión mixta", ha señalado Lecornu en un mensaje en X, en el que ha agradecido a los parlamentarios de todos los grupos que trabajaron y trataron de alcanzar, "de buena fe", un compromiso razonable, como ocurrió con el presupuesto de la seguridad social, aprobado de forma definitiva el pasado martes.
No obstante, el jefe de Gobierno ha lamentado "la falta de voluntad de algunos parlamentarios para alcanzar un acuerdo", y ha recordado que, conforme a los plazos fijados por la Constitución y las leyes orgánicas, el Parlamento "no podrá aprobar un presupuesto para Francia antes de fin de año".
"Lo lamento, y nuestros conciudadanos no merecen sufrir las consecuencias", ha añadido, avanzando que, ante este escenario, convocará desde el lunes a los principales líderes políticos para consultarles sobre las medidas a adoptar con el fin de proteger a la población francesa y explorar las condiciones para hallar una salida.