Economía

El IEE anticipa un avance del 2,9% del PIB en 2025 y una moderación al 2,1% en 2026

El IEE prevé un avance del PIB del 2,9% en 2025 y una moderación al 2,1% en 2026 por el menor empuje del turismo, la inversión y el sector exterior.

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El IEE anticipa un avance del 2,9% del PIB en 2025 y una moderación al 2,1% en 2026

El IEE anticipa un avance del 2,9% del PIB en 2025 y una moderación al 2,1% en 2026

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El Instituto de Estudios Económicos (IEE) calcula que la economía española aumentará un 2,9% el próximo año y que su ritmo se moderará hasta el 2,1% en 2026. Este menor empuje se atribuye a la pérdida de fuelle del turismo, a la debilidad de la inversión en bienes de equipo, a los desequilibrios del mercado de la vivienda y a una contribución más reducida del sector exterior al avance del PIB.

El director general del IEE, Gregorio Izquierdo, ha dado a conocer el informe semestral de Coyuntura Económica del Instituto de Estudios Económicos, titulado “Crecimiento extensivo y dualidad macroeconómica en España: desequilibrios y baja productividad”.

Del documento se desprende que la economía española mantiene un crecimiento relativamente elevado, apoyado en un patrón expansivo basado en el consumo privado y el gasto público, mientras que la aportación del sector exterior pasa a ser negativa.

“En 2025, nuestra economía transita hacia una fase de normalización tras los impulsos excepcionales derivados de la recuperación postpandemia, como el incremento poblacional, la reactivación del turismo internacional y los efectos expansivos de los fondos europeos”, ha subrayado el ‘think tank’ de la CEOE.

Los especialistas del Instituto detectan indicios de una desaceleración gradual y de pérdida de intensidad en los factores que han sostenido el dinamismo reciente, lo que configura un escenario menos propicio para 2026.

En esta línea, el IEE señala que la composición del crecimiento refleja un cambio de carácter estructural: la demanda interna se afianza como principal motor, mientras que el sector exterior, que fue clave en el periodo 2020-2024, pasa a mostrar una aportación negativa.

Con este telón de fondo, el Instituto proyecta que el PIB español repuntará un 2,9% en 2025 y, posteriormente, se frenará hasta el 2,1% en 2026 por la menor contribución de los elementos que han impulsado la actividad y el empleo en los últimos años.

TURISMO EN FASE DE NORMALIZACIÓN TRAS EL BOOM POSTCOVID

En primer lugar, los analistas advierten de que el turismo entra en una fase de normalización tras el intenso rebote posterior a la pandemia. Se aprecia que tanto la llegada de turistas como el gasto asociado avanzan a ritmos más moderados, en consonancia con la desaceleración económica internacional y el efecto de unos precios más altos.

En segundo término, el IEE constata que el empuje de la inversión en bienes de equipo se está debilitando. El organismo avisa de que el cierre del programa europeo en 2026 recortará el flujo de recursos, al tiempo que persisten incertidumbres geopolíticas y cambios regulatorios en los ámbitos laboral, fiscal y de sostenibilidad, que merman la confianza de las empresas.

“El único elemento compensatorio podría ser un incremento del gasto público en defensa, con efectos tractores sobre sectores industriales y tecnológicos”, se apunta en el informe.

TENSIONES EN LA VIVIENDA Y FALTA DE MANO DE OBRA

El tercer elemento señalado es el mercado residencial, sometido a fuertes tensiones entre la oferta y la demanda. La falta de vivienda, amplificada por restricciones normativas, escasez de mano de obra y encarecimiento de los materiales de construcción, sostiene una escalada de precios que reduce la accesibilidad y frena la demanda, pese al aumento de los visados.

Por último, el IEE subraya que las exportaciones de bienes no apuntan a una recuperación relevante. La flojera de las principales economías europeas y el encarecimiento ligado a mayores aranceles limitan su capacidad para actuar como palanca de crecimiento.

En conjunto, estos factores dibujan un escenario con riesgos a la baja que, según el Instituto, hace necesaria la puesta en marcha de reformas estructurales que eleven el potencial de crecimiento a largo plazo y refuercen la competitividad.

EL PARO PODRÍA CAER AL 9,7% EN 2026

En el terreno laboral, el IEE considera que el mercado de trabajo español ha tenido un desempeño favorable durante 2025, prolongando la senda de creación de empleo iniciada en ejercicios previos. Los registros más recientes muestran un nuevo impulso en los últimos meses del año.

De acuerdo con las proyecciones del Instituto de Estudios Económicos, elaboradas a partir de series desestacionalizadas del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, la afiliación efectiva a la Seguridad Social (sin incluir trabajadores en ERTE) avanzará alrededor de un 0,7% en el cuarto trimestre, dos décimas más que en el tercero, lo que confirma la resiliencia del mercado laboral.

En 2026, y en coherencia con un crecimiento del PIB más moderado, continuará la creación de empleo, aunque a un ritmo inferior (2,3% en términos de Contabilidad Nacional), y la tasa de paro podría situarse por debajo del 10% al cierre del ejercicio, hasta el 9,7%.

En lo relativo a los precios, el IEE prevé que el IPC registre un incremento medio anual del 2,7% en 2025, por debajo del 3%, y que en 2026 se modere hasta en torno al 2,2%. La inflación subyacente alcanzará este año el 2,3% en tasa media anual y se mantendría en ese nivel en 2026.

En este ámbito, el Instituto advierte de un posible foco de riesgo ligado a la evolución de los costes laborales en sus dos componentes: salarial y no salarial. Señala que las remuneraciones están creciendo por encima del IPC y de las recomendaciones del AENC.

A ello se suma la caída de la productividad por ocupado, que está elevando los costes laborales unitarios, situados ya un 25% por encima de los niveles de 2019.

DÉFICIT PÚBLICO A LA BAJA, PERO CON DETERIORO ESTRUCTURAL

En el plano de las finanzas públicas, el IEE destaca que en 2025 se registran ingresos extraordinarios y una reducción del déficit hasta el 2,6% del PIB, con margen para que baje al 2,3% en 2026. No obstante, alerta de que el saldo estructural sigue muy deteriorado, en una horquilla de entre el -4,5% y el -3,5% del PIB, lo que refleja el escaso ajuste fiscal acometido pese a un contexto cíclico favorable.

“Los retos de sostenibilidad futura, especialmente pensiones y una deuda pública todavía superior al 100% del PIB, continúan siendo una fuente importante de riesgo”, ha alertado el Instituto.