Ence Energía y Celulosa ha anunciado la reestructuración de su equipo con un despido colectivo que tendrá un impacto significativo en sus instalaciones de Pontevedra y Navia, en Asturias. Este movimiento forma parte de su nuevo Plan de Eficiencia y Competitividad programado para los años 2025 a 2027.
La firma ha revelado este plan en simultáneo con los resultados de los primeros nueve meses del año, periodo en el que registró pérdidas de 22 millones de euros. Esta cifra contrasta con los 40,8 millones de euros de beneficio obtenido en el mismo lapso del año anterior, en un entorno de descenso de los precios de la celulosa.
El plan prevé un ahorro anual en ‘cash cost’ de aproximadamente 22 euros por tonelada y prevé un desembolso de 23 millones de euros en dos años, lo que resultaría en un valor actual neto de cerca de 200 millones de euros.
De acuerdo con fuentes consultadas por Europa Press, el proceso de reorganización está en una etapa “muy incipiente” y se buscará un acuerdo con los representantes legales de los trabajadores dentro del marco del plan de eficiencia para el periodo 2025-2027.
Este plan se sustenta en dos ejes principales: la aplicación de Inteligencia Artificial y la automatización de procesos, además de la racionalización de operaciones mediante la reducción controlada del personal.
Paralelamente, Ence seguirá adelante con sus iniciativas de descarbonización en la planta de Navia y con el proyecto Pontevedra Avanza, que pretende modernizar la instalación de Lourizán. Este último busca reducir los costes de producción en 50 euros por tonelada, aumentar la flexibilidad en el uso de diversas variedades de eucalipto y avanzar hacia productos de mayor valor añadido bajo la marca Ence Advanced.
La inversión estimada para este proyecto es de 120 millones de euros, con una rentabilidad proyectada superior al 12%, y se implementará gradualmente durante las paradas de mantenimiento anuales de 2026 a 2030.
















