La carencia de viviendas en España, acumulada durante años, podría ser responsable de hasta el 39% del aumento en los costos del sector, de acuerdo con el documento ‘Sectorial Inmobiliario’ elaborado por CaixaBank Research.
El análisis determina que, de no ser por este déficit, el incremento medio anual en los precios habría sido del 3,7% en lugar del 6% registrado.
En consecuencia, el estudio enfatiza la necesidad crítica de impulsar la construcción de viviendas para aliviar la presión sobre los precios.
Se estima que el déficit de vivienda, acumulado en cuatro años, alcanza las 515.000 unidades. Este número se incrementa a 600.000 al considerar las viviendas finalizadas en lugar de los visados, y a 765.000 si se descuentan otros usos alternativos.
Regionalmente, la escasez de viviendas se agudiza en provincias con alta demanda demográfica y turística como Madrid, Barcelona, Alicante, Valencia y Málaga, mientras que en la España menos poblada el déficit es menor.
REACTIVACIÓN DE LA DEMANDA
Para el primer semestre de 2025, se observa que el mercado inmobiliario de España está ‘en plena fase expansiva’.
La demanda ha repuntado desde la segunda mitad de 2024, consolidándose este año con 700.000 transacciones en los últimos doce meses hasta junio, lo que representa un aumento del 19,7% respecto al mismo periodo del año anterior.
Este vigor se atribuye a mejores condiciones de financiación, incremento del poder adquisitivo de los hogares y un crecimiento demográfico constante.
Desde el lado de la oferta, el sector de la construcción muestra signos positivos, con aproximadamente 132.000 nuevas viviendas visadas en los últimos doce meses hasta mayo, un aumento del 13% interanual.
CIUDADANO EXTRANJERO
Además, la participación de compradores extranjeros se ha intensificado en el ciclo expansivo actual, ya que en el último año hasta el primer trimestre de 2025, el 18% de las viviendas han sido compradas por extranjeros, sumando 133.000 transacciones, ‘un máximo histórico’.
Más de la mitad de estas adquisiciones corresponden a extranjeros residentes y un 44% a no residentes, quienes muestran una creciente diversidad de nacionalidades y generalmente poseen una mayor capacidad económica, lo que se refleja en precios medios más altos y una preferencia por propiedades de gama media-alta o alta.
Las regiones del arco mediterráneo y los archipiélagos captan la mayor parte de esta demanda extranjera, aunque también emergen nuevos puntos de interés en zonas menos convencionales como Castellón, Asturias, Huelva y Córdoba.