José Luis Escrivá, gobernador del Banco de España, ha expresado preocupación por la ‘elevada dependencia del dólar’ en América Latina en ámbitos financieros, comerciales y jurídicos, abogando por una diversificación que no excluye al dólar, sino que busca complementarlo. Propone fortalecer el euro como alternativa para lograr un sistema monetario internacional más equilibrado y menos susceptible a riesgos concentrados.
Durante su discurso en la reunión anual de la FIAB, celebrada en el Palacio de la Bolsa, Escrivá destacó que más del 90% de las emisiones internacionales de la región se realizan en dólares, con el euro representando solo cerca del 7%. Resaltó la baja participación del euro en el sector corporativo, a diferencia de los emisores soberanos.
Escrivá también señaló la vulnerabilidad comercial de la región, donde alrededor del 95% de las exportaciones se facturan en dólares, y solo un 3% en euros. Además, mencionó que los aranceles efectivos entre Europa y América Latina son aproximadamente del 3%, mientras que en Estados Unidos han aumentado significativamente en un año.
El gobernador enfatizó la dominancia global del dólar en reservas, emisiones de deuda, comercio y pagos internacionales. Sin embargo, identificó ‘señales de cambio’ que podrían reforzar el papel del euro, como la incertidumbre en las políticas estadounidenses y la regionalización de cadenas de valor.
En términos jurídicos, advirtió sobre los riesgos de que las emisiones y liquidaciones se concentren bajo una única legislación, exponiendo a los emisores latinoamericanos a decisiones arbitrarias. Para fortalecer el euro, Escrivá sugirió una mayor oferta de activos seguros y el desarrollo de infraestructuras financieras modernas.
Respecto a la digitalización monetaria, destacó que casi todas las stablecoins están vinculadas al dólar, lo que podría intensificar la demanda global de esta moneda. Valoró los esfuerzos europeos para el desarrollo del euro digital y proyectos que aseguren la interoperabilidad tecnológica.
Para concluir, Escrivá llamó a fortalecer los lazos financieros y comerciales entre Europa y América Latina, enfocándose no solo en grandes emisores y multinacionales, sino también en medianas empresas.