España se perfila como la economía con mayor avance de la Unión Europea en 2026, con una previsión de incremento del PIB del 2,1% interanual, es decir, 0,9 puntos porcentuales por encima del promedio europeo, estimado en un 1,2%. Este mejor comportamiento se atribuye a un mayor flujo de inmigración y al notable dinamismo del sector servicios, de acuerdo con el informe Economic Outlook 2026, elaborado por Mastercard Economics y presentado este miércoles.
En palabras de la directora de Economía del Mastercard Economics Institute, Natalia Lechmanova, el aumento de la inmigración actuará como motor del consumo de los hogares y permitirá cubrir parte del déficit de mano de obra cualificada que sufren distintos sectores.
Asimismo, ha destacado el buen momento de los servicios, no solo vinculados al turismo, sino también en actividades de mayor valor añadido, como los servicios profesionales, financieros y tecnológicos, que se han convertido en un apoyo clave para el crecimiento.
“La economía europea en 2026 crecerá de forma estable gracias a una inflación más baja, tipos de interés reducidos y un mercado laboral resistente, pero el rendimiento variará según la política fiscal”, ha añadido Lechmanova.
En el análisis por países, Alemania registrará una mejora notable de su actividad gracias a una política fiscal más expansiva, mientras que el avance será más contenido en economías con posturas presupuestarias más restrictivas, como Francia, Italia o el Reino Unido. En contraste, el comportamiento seguirá siendo “sólido” en el sur de Europa y en la Europa central y oriental.
En el caso concreto de España, al observar el patrón de consumo en el tercer trimestre de 2025 frente al mismo periodo de 2024, se aprecia un giro relevante en los hábitos de gasto de los ciudadanos, que priorizan compras más asequibles frente a desembolsos de mayor cuantía.
En este escenario, el notable repunte de las operaciones de pequeño importe, con un aumento de 2,1 puntos porcentuales, pone de manifiesto que, pese a la prudencia ante el contexto económico, los hogares continúan reservando parte de su presupuesto para pequeños caprichos que aportan bienestar inmediato sin poner en riesgo su estabilidad financiera.
Al mismo tiempo, el gasto destinado a la cesta de la compra en establecimientos de alimentación permanece estable, lo que “sugiere una gestión ajustada y constante de la cesta básica de la compra”.
“Las pymes avanzan decididamente en su digitalización, transformando el comercio en toda la región, y la adopción de la IA pasa de la experimentación a la integración plena, impulsando productividad y crecimiento”, ha resaltado Lechmanova.