Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ha oficializado una ‘Declaración de Intención’ con el gobierno de Mauritania para mejorar la cobertura de seguridad social de los trabajadores que se desplazan entre ambos países. Este acuerdo busca crear un marco de colaboración técnico e institucional que potencie el bienestar social de estos trabajadores.
Durante una Reunión de Alto Nivel en Mauritania a la que asistió junto al presidente Pedro Sánchez, la ministra Saiz dio a conocer la firma de esta colaboración, que durará inicialmente dos años y contempla el intercambio de conocimientos y el fortalecimiento institucional mediante un plan de actividades común.
«Desde el Ministerio hemos ofertado tres asistencias técnicas específicas dirigidas al fortalecimiento de la Dirección de Prestaciones de la Caja Nacional de Seguridad Social mauritana. Estamos ya en fase de selección de los perfiles expertos, con el objetivo de que los proyectos comiencen durante el próximo mes de septiembre», explicó Saiz.
En España viven aproximadamente 10.000 ciudadanos mauritanos y Mauritania representa un aliado comercial significativo para España. Actualmente, 440 empresas españolas y más de 100 empresas mauritanas mantienen relaciones comerciales regulares entre los dos países.
AGENDA BILATERAL EN EL ÁMBITO MIGRATORIO
Además de esta Declaración de Intenciones sobre Seguridad Social, existe una agenda bilateral extensa con un enfoque importante en migración. «En agosto de 2024 firmamos un Memorando de Entendimiento con el Gobierno mauritano para abrir nuevas vías de migración circular», detalló la ministra Saiz.
Recientemente, se seleccionaron las primeras 50 personas trabajadoras mauritanas que se unirán en noviembre a la campaña agrícola 2025-2026 en la provincia de Huelva, bajo el programa GECCO de contratación en origen. Estos trabajadores recibirán formación sobre derechos y deberes laborales por parte de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en septiembre.
Los programas de selección de trabajadores en sus países de origen para empleos temporales implican que, tras finalizar su labor en España, los trabajadores regresen a sus comunidades originarias.