Un reciente análisis realizado por el Clúster de Edificaciones ha demostrado que la construcción industrializada puede reducir los costes indirectos hasta en un 32% y acortar los tiempos de construcción a solo cuatro meses. Esta metodología no solo altera la dinámica del sector, sino que impulsa una mejora sustancial en la eficiencia y sostenibilidad del mismo.
“La industrialización no es solo un modelo de construcción alternativo, sino también una transformación estructural del sector; nos permite ser más competitivos y sostenibles como país y reducir la dependencia energética exterior y de mano de obra cualificada”, ha señalado el presidente del Clúster de la Edificación, Juan Antonio Gómez-Pintado.
El informe, que utilizó un edificio de 65 viviendas como caso de estudio, encontró que los plazos de construcción se reducen en un 30%, y el tiempo de montaje disminuye hasta un 67% en comparación con los métodos tradicionales.
“Los sistemas industrializados ofrecen mayor certidumbre de costes y optimizan el coste de oportunidad”, ha afirmado el socio fundador de CIP Arquitectos, destacando una reducción del uso de recursos como andamios y grúas.
Además, el estudio resalta los beneficios ambientales de la construcción industrializada, incluyendo una notable disminución en las emisiones de CO2 y en el consumo de energía y agua durante ciertas fases del proceso constructivo.
















