La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo ha solicitado este jueves a la Comisión Europea que supervise la implementación del tratado agrícola con Marruecos, tras las quejas de productores españoles sobre los efectos negativos, especialmente en el ámbito del tomate, acusando a Rabat de opacidad y de no adherirse a las cuotas acordadas.
En respuesta a una petición de Almería, la comisión ha señalado que el convenio no considera las repercusiones adversas para el mercado español, exigiendo medidas correctivas y la posible reintroducción de aranceles a los productos de Marruecos.
El apoyo viene del PP, donde la eurodiputada Carmen Crespo ha criticado que el acuerdo genera un ‘desequilibrio inaceptable’ en el mercado de frutas y verduras de España y Europa, citando el aumento del 18% en las importaciones de tomate marroquí.
‘En Almería los precios en origen han caído de forma alarmante y los productores no pueden competir con los productos importados, que no siempre cumplen los mismos estándares medioambientales y sociales’, enfatizó, abogando por una revisión del tratado, la imposición de cuotas obligatorias y mecanismos de control.
Mireia Borrás, de Vox, ha resaltado que en la última década, las importaciones de tomates de Marruecos han aumentado un 42%, mientras que la producción española de tomate ha decrecido en la misma proporción.
‘Esto no es un acuerdo comercial, es una extorsión consentida, porque Marruecos incumple precios, contingentes, etiquetado y aquí nadie reacciona, no sea que Mohamed VI se enfade’, declaró respecto al acuerdo con Rabat.
Frente a las críticas, un portavoz de la Comisión Europea durante la sesión reconoció que el acuerdo ha reforzado la posición de Marruecos como importador de frutas y verduras frescas en la UE, pero subrayó que su impacto sigue siendo del 7,5% en el mercado europeo. ‘Podemos decir que esto no representa un aumento significativo por parte de las importaciones de Marruecos a Europa’, destacó.
En lo referente a productos específicos como el tomate, mencionó que los tomates marroquíes han pasado de representar el 5% del mercado europeo a un 8,5% en diez años, un incremento que, aunque notable, ‘sigue la dinámica del mercado y esto no es específico sólo para las importaciones de Marruecos’.
Así, Bruselas concluye que el aumento de las importaciones de tomates de Marruecos ‘ha sido absorbido por el mercado de la UE sin grandes perturbaciones’.