La oficina independiente de evaluaciones (OIE) ha instado al Banco de España a diseñar una estrategia de datos amplia y coherente, respaldada por un presupuesto concreto, con la finalidad de consolidar una transformación sostenible basada en el uso intensivo de la información.
Esta propuesta figura entre las recomendaciones centrales de la OIE, tras el encargo realizado en 2024 por el Consejo de Gobierno del Banco de España para revisar el modelo de gobierno, la gestión y la utilización del dato dentro de la entidad.
El documento subraya la “firme intención” del organismo presidido por José Luis Escrivá de evolucionar hacia una organización plenamente orientada al dato y, en esa línea, plantea un total de diez recomendaciones estructuradas en cuatro grandes bloques para avanzar en esa dirección.
AUMENTAR LA INVERSIÓN TECNOLÓGICA
En el apartado de fundamentos de datos, la OIE pone el foco en la conveniencia de fijar una estrategia integral de datos acompañada de un presupuesto específico alineado con el nivel de ambición del Banco. En el terreno tecnológico, el informe propone armonizar la estrategia de tecnología con la del dato y reforzar la inversión en infraestructuras y soluciones tecnológicas.
En lo relativo al capital humano, el organismo evaluador aconseja desplegar un plan formativo que permita a toda la plantilla adquirir competencias básicas para trabajar con datos en su día a día. En paralelo, en el ámbito cultural, se plantea impulsar un entorno colaborativo que favorezca el intercambio de información entre todas las áreas de la institución.
Para orientar esta transformación, la OIE sugiere asumir una serie de principios, entre ellos, considerar los datos como un activo estratégico para el banco y garantizar que estén disponibles para el mayor número posible de usuarios internos. Del mismo modo, los especialistas apuestan por establecer una única copia autorizada de los datos que sirva de referencia común para toda la organización.
PROMOVER LA COLABORACIÓN
En sus conclusiones, la entidad recuerda que “lo perfecto es enemigo de lo bueno” y recalca que la tecnología, por sí sola, no soluciona los problemas vinculados a los procesos de negocio. Además, los observadores defienden la necesidad de fomentar la colaboración interna, consultar a otras áreas antes de poner en marcha iniciativas relacionadas con datos y actuar con determinación, otorgando un papel central a la formación continua a largo plazo.
“Aunque el Banco ha progresado -y destaca entre sus homólogos por la alta calidad de sus análisis- su capacidad para integrar datos entre departamentos y aprovechar herramientas avanzadas de analítica e Inteligencia Artificial sigue siendo limitada”, señala el informe, que subraya que, en pleno proceso de transformación, el Banco debería concentrarse en resolver tres “retos clave”.
Estos desafíos pasan por incorporar tecnologías de vanguardia sin haber consolidado previamente las capacidades básicas, superar la complejidad organizativa existente y ser capaz de atraer y desarrollar el talento especializado que requiere este nuevo modelo de gestión del dato.
EL BANCO DE ESPAÑA CREA LA OFICINA DEL DATO
En este escenario, el Banco de España ha diseñado un plan de acción para dar respuesta a las recomendaciones formuladas, al reconocer la relevancia estratégica de los datos y su contribución al cumplimiento de su misión, con la meta de transformarse en una institución plenamente orientada al dato, capaz de explotar la información y las tecnologías emergentes.
Con este objetivo, la entidad ha reforzado su estructura de gobernanza y gestión del dato mediante la puesta en marcha de la Oficina del Dato, el nombramiento de un responsable específico para esta área y la creación de un Comité de Datos y Usuarios, además de consolidar su compromiso a través del Plan Estratégico 2030.
“Si se adopta el enfoque adecuado y la alta dirección manifiesta un compromiso visible y firme con la modernización y el cambio cultural, el Banco de España no solo puede subsanar las deficiencias, sino también posicionarse como un referente en el uso efectivo de los datos para apoyar su misión”, concluye el análisis.











