El fenómeno conocido como ‘greenwashing’ o ‘lavado verde’ financiero, junto con productos de calidad insuficiente, está frenando la capacidad de los europeos para invertir de manera sostenible. Así lo revela un estudio reciente realizado por la organización de consumidores europeos (BEUC), que incluye miembros como Asufin, CECU y OCU de España.
Según la encuesta, efectuada en 11 países del continente, un notable 27% de los participantes ya ha realizado inversiones sostenibles y un 41% está contemplando esta posibilidad. Además, el 70% de los consumidores aprecia las inversiones que facilitan la transición hacia la sostenibilidad de sectores altamente contaminantes, mientras que un 62% quisiera excluir a las empresas que promueven el uso de combustibles fósiles.
No obstante, las asociaciones de consumidores indican que identificar los productos de inversión sostenibles no es tarea fácil. El 55% de los encuestados nunca ha recibido una propuesta concreta para invertir en productos así denominados, y el 52% confiesa no poder diferenciar claramente entre productos sostenibles y convencionales.
Además, el ‘greenwashing’ está provocando desánimo entre los consumidores, ya que el 34% de ellos cita las afirmaciones ecológicas «engañosas, difíciles de verificar o poco fiables» como una razón para no invertir en dichos productos financieros. Asimismo, el 52% sostiene que la distinción entre inversiones normales y sostenibles no está bien definida.
Finalmente, la confianza de muchos consumidores en el sistema actual es equivocada: el 52% cree incorrectamente que los productos cumplen con normativas rigurosas sobre sostenibilidad y el 49% piensa que estos son verificados por un supervisor del mercado, lo cual «no es el caso», advierten las asociaciones.
El estudio también destaca que siete de cada diez consumidores demandan que los productos cumplan con «normas estrictas» de sostenibilidad y seis de cada diez creen que estas inversiones deben ser accesibles para todos los inversores minoristas.














