La Denominación de Origen Protegida ‘Cereza del Jerte’ ha concluido una temporada «muy positiva», con un total de 300.000 kilos de cerezas y un millón de picotas certificadas, superando los resultados del año anterior afectados por las precipitaciones durante el período de recolección.
El presidente de la D.O.P., José Antonio Tierno, ha destacado que este año «no se ha visto afectada negativamente por la meteorología», afirmando que «a diferencia de años anteriores, no se han registrado pérdidas significativas porque la climatología ha acompañado y no ha dañado al fruto, lo que ha permitido desarrollar la campaña con normalidad y buenos resultados».
«El balance general de la cosecha resulta muy satisfactorio. Especialmente, las cifras alcanzadas por la picota, que en esta campaña ha experimentado un crecimiento respecto al año pasado», señala Tierno, resaltando la importancia de la picota como producto estrella de la D.O.P.
Este año, además, se ha destacado por la calidad del producto certificado. «Sólo las mejores cerezas y picotas del valle reciben la certificación, y los ciudadanos pueden identificarlas en el mercado a través de la contraetiqueta que acompaña a cada caja. Un año más, la cosecha de este año ha destacado por su sabor dulce y sabroso y su textura crujiente. Solo se ha visto ligeramente afectado el calibre, como consecuencia de las altas temperaturas, inusuales para esta época del año», explica Tierno.
Además, la campaña se ha beneficiado de la incorporación de nuevas variedades de cereza certificada, como Burlat, Van y Lapins, tras una modificación en el pliego de condiciones para responder a la reducción de producción de campañas anteriores. «No obstante, esto debe considerarse como el primer paso en un período de adaptación, dado que se trata de la primera campaña en la que se incorporan nuevas variedades certificadas, por lo que es probable que el crecimiento de la producción tenga un mayor impacto en los próximos años, siempre que la climatología lo permita», indica Tierno.
«La incorporación de nuevas variedades ha tenido un impacto positivo en la campaña, ya que ha permitido disponer de producto certificado durante un período más prolongado en el mercado, lo que se traduce en una mayor visibilidad para la D.O.P. Especialmente, ha tenido un gran protagonismo la variedad Lapins, que ha supuesto un 30 o 40% del total de la producción de cereza», añade el presidente.
Este año también ha coincidido la presencia en el mercado de las variedades más tardías de cereza con las cuatro variedades de picota protegidas por la Denominación de Origen, que son Ambrunés, Pico Negro, Pico Limón y Pico Colorado, ofreciendo una oportunidad única para que los consumidores puedan apreciar las diferencias y elegir según sus preferencias.
El Consejo Regulador de la D.O.P Cereza del Jerte continúa su labor de promoción y certificación de la calidad y origen de sus productos protegidos.