El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha emitido una advertencia sobre los peligros financieros que enfrentan las naciones pequeñas o en desarrollo al convertir sus deudas y préstamos, originalmente en dólares estadounidenses, a yuanes chinos.
“El FMI anima a los países a evaluar este tipo de operaciones en el marco de una estrategia integral de gestión de la deuda y las reservas a medio plazo, a fin de garantizar un equilibrio adecuado entre el costo y el riesgo”, explicó un representante del organismo. Según el FMI, aunque esta conversión pueda reducir los costes de financiación, también implica riesgos cambiarios según la reestructuración realizada.
De acuerdo con datos de ‘Bloomberg’, los títulos de deuda soberana y empresarial en yuanes se han ofrecido este año con un interés del 2,4%, considerablemente más bajo que aquellos denominados en dólares. Sin embargo, una conversión excesiva podría obligar a los bancos centrales de países emergentes y pequeños a diversificar sus reservas, en especial si sus exportaciones se realizan predominantemente en dólares y no en diversas monedas.
Recientemente, Kenia ha cambiado a yuanes un préstamo obtenido de compañías chinas para proyectos ferroviarios, logrando un ahorro anual de 215 millones de dólares (185,5 millones de euros). Por su parte, Etiopía está negociando con China para cambiar al menos una porción de su deuda de 5.380 millones de dólares (4.641 millones de euros) a yuanes.
