La economía de Estados Unidos ha mostrado fortaleza durante los últimos tiempos, no obstante, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha detectado un incremento en las tensiones y prevé una ralentización en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para el último trimestre, influenciado negativamente por el cierre gubernamental, aunque la falta de datos complica estas predicciones.
“Empezamos a ver cómo aumentan las tensiones”, declaró Julie Kozack, portavoz del FMI, en una conferencia de prensa, refiriéndose a la disminución de la demanda interna y la desaceleración en la generación de empleo.
Kozack advirtió que factores como la reducción de la inmigración, los aranceles y la incertidumbre política están impactando en la actividad económica, sin considerar aún el efecto del cierre del Gobierno. “Con respecto al cierre, prevemos que el crecimiento probable para el cuarto trimestre de 2025 será menor de lo esperado. Por lo tanto, habrá un impacto negativo en el cuarto trimestre”, comentó, añadiendo una posible recuperación para el primer trimestre de 2026, alineada con lo observado en cierres gubernamentales previos.
La portavoz del FMI señaló que estos elementos serán considerados en su próximo pronóstico, aunque admitió que la escasez de datos ha dificultado evaluar la situación económica de Estados Unidos y preparar las consultas del ‘Artículo 4’. Las conversaciones, que debían realizarse en noviembre, han sido pospuestas sin nueva fecha definida, pendientes de la reapertura gubernamental en EEUU para establecer un nuevo calendario.
En relación a los precios, el FMI estima que la inflación en EEUU se dirige hacia el objetivo del 2% de la Reserva Federal, aunque persisten riesgos de aumento, principalmente debido a los aranceles, mientras que también se perciben riesgos crecientes para el empleo, lo cual la Reserva Federal intenta balancear. “La Reserva Federal ha reducido la tasa de política monetaria de manera apropiada”, afirmó Kozack, destacando la importancia de proceder con prudencia en el futuro, mientras el banco central se esfuerza por encontrar un balance entre los riesgos inflacionarios y los del mercado laboral.











