La performance de la economía española ha sido calificada de “fantástica” por sus tasas de crecimiento “realmente excepcionales”, cercanas al 3%, lo que ha motivado al Fondo Monetario Internacional (FMI) a mejorar sus proyecciones hasta 2025 y 2026. El organismo internacional sugiere que España emprenda reformas que incrementen la productividad e implemente políticas activas en el mercado laboral y avance en la consolidación fiscal, considerando que “será fundamental acordar un presupuesto”.
Alfred Kammer, director del FMI para Europa, ha destacado en su informe regional que uno de los pilares del crecimiento español han sido las exportaciones de servicios, resaltando el papel de las tecnologías de la información y la comunicación, así como de nuevos sectores, lo que representa “excelentes noticias para la economía española”.
El auge del empleo ha sido otro factor de beneficio para la actividad económica en España, facilitando una reducción del desempleo, con un papel destacado de la inmigración, que ha contribuido a impulsar el PIB desde la oferta.
CONSOLIDACIÓN FISCAL Y AJUSTE FISCAL
Kammer ha enfatizado la importancia de centrarse en la consolidación fiscal, señalando que “será fundamental acordar un presupuesto que permita implementar medidas de mayor calidad”. Ha recomendado al gobierno español adelantar el ajuste fiscal para generar confianza en el mercado, proteger contra shocks y entrar en un círculo virtuoso. “Los tipos de interés bajarían más rápidamente, favoreciendo la inversión privada, que a su vez genera crecimiento e ingresos fiscales”, explicó.
CRISIS DE ACCESO A LA VIVIENDA
En relación a los problemas de vivienda, el representante del FMI recordó que este no es un problema exclusivo de España, pero subrayó la necesidad de que los gobiernos intervengan para abordar la crisis de asequibilidad, especialmente para los jóvenes. Mencionó la importancia de mejorar la oferta a través de la planificación y zonificación para permitir más construcciones y la reducción de la vivienda social en las últimas décadas. “Esto impide que los jóvenes se muden a los centros de alta productividad, lo que afecta el crecimiento y, por ende, a la sociedad en su conjunto”, concluyó, haciendo un llamado a centrarse en la crisis de la vivienda y el crecimiento.
