La revisión de estrategias en el sector turístico propone alejarse de las campañas que buscan únicamente romper marcas, orientándose hacia una planificación que disminuya su impacto adverso. Esto se desprende de la última edición de ‘Papeles de Economía Española’, editada por Funcas, que sugiere un modelo que equilibre la competitividad económica con la sostenibilidad ambiental y el bienestar social.
Los especialistas señalan la necesidad de revisar las políticas turísticas a todos los niveles debido a la saturación de destinos en temporada alta. Jordi Hereu, ministro de Industria y Turismo, en la revista aboga por una estrategia gubernamental que mantenga el liderazgo internacional del turismo español, basada en las cuatro ‘D’: diversificar, desconcentrar, desestacionalizar y digitalizar.
‘Más desestacionalizado, más desconcentrado diversificado’, así describe Hereu el modelo turístico actual, subrayando la importancia de distribuir de manera más equitativa los flujos turísticos a lo largo del año. Además, resalta el crecimiento del 16% en las llegadas de turistas fuera de temporada alta entre 2024 y 2019, cifra que duplica la de los meses estivales.
CAMINO DE UNA NUEVA POLÍTICA TURÍSTICA
José Ignacio Castillo, coordinador de la publicación, discute la evolución del turismo desde la masificación de la segunda mitad del siglo XX hacia un enfoque más global y sostenible en el siglo XXI. Advierte sobre un cambio de tendencia a causa del aumento de la demanda, que ha provocado inflación en los servicios turísticos pese a la expansión de la infraestructura.
Castillo sugiere la necesidad de orientar la política turística hacia los desafíos sociales del sobreturismo y alejarse de la obsesión por batir récords de visitas. Lourdes Trujillo, Andrea Rodríguez y José María Grisolía, por su parte, destacan la importancia de la sostenibilidad económica del turismo y su relación con el PIB, la balanza de pagos y la calidad del empleo.
RETOS DEL TURISMO SOSTENIBLE
Milagros Álvarez, Germá Bel, Antonio Cardesa y Jose A. Donair enfocan su análisis en los desafíos de un turismo sostenible, resaltando la necesidad de desarrollar metodologías que evalúen los impactos sociales a nivel local y de implementar medidas para mitigar los efectos negativos del turismo de masas, como limitar el número de visitantes en lugares concurridos y promover destinos alternativos.
















