El fuerte incremento del salario mínimo interprofesional (SMI) en los últimos años, un 60,9% desde 2018, no ha tenido un efecto proporcional sobre el conjunto de los salarios. Lejos de actuar como palanca para elevar toda la estructura retributiva, el SMI ha terminado convirtiéndose en el tramo salarial más habitual, dejando de ser una referencia limitada a trabajadores sin cualificación o sin experiencia.
Esta situación es uno de los principales avisos que lanza la Comisión Asesora para el Análisis del SMI en su cuarto informe, publicado este mes. El documento advierte de que el rápido ritmo de subida ha generado una concentración de asalariados en una franja salarial muy estrecha en torno al salario mínimo, con el riesgo añadido de que personas con experiencia o con una cualificación media queden atrapadas en ese mismo nivel retributivo.
El salario mínimo sube, el resto no
Según el análisis, el problema no es tanto la subida del SMI en sí, sino su escasa capacidad de arrastre sobre el resto de los salarios. Aunque el informe reconoce que existe cierta transmisión al alza, esta es limitada y desigual, lo que impide que el aumento del mínimo legal se traduzca en una mejora generalizada de las condiciones salariales.
El informe subraya que el SMI ha pasado de 735,90 euros brutos mensuales en 2018 a 1.184 euros en 2025, un salto muy significativo que, sin embargo, no ha sido acompañado por un crecimiento equivalente en los salarios inmediatamente superiores, estrechando la pirámide salarial y desdibujando la diferenciación por experiencia o cualificación.
El SMI, el más frecuente
Los datos más recientes de la encuesta de estructura salarial de 2023, la última publicada, confirman el estrechamiento de la base salarial en España. Según explica el Instituto Nacional de Estadística, el desplazamiento progresivo de trabajadores con sueldos bajos hacia el tramo de 15.000 a 16.000 euros brutos anuales ha convertido a ese intervalo en el más frecuente del mercado laboral.
Ese año, el salario mínimo interprofesional se situaba en 15.120 euros brutos al año, equivalentes a 1.080 euros mensuales en catorce pagas. En ese contexto, uno de cada cuatro asalariados percibió ingresos anuales comprendidos entre 14.000 y 20.000 euros, una cifra que refuerza la idea de una creciente concentración salarial en torno al SMI.
Nueva subida del SMI a finales de enero
De cara a 2026, el Ministerio de Trabajo mantiene abiertas las conversaciones con sindicatos y patronal antes de fijar la nueva cuantía del salario mínimo. La referencia sobre la mesa es el incremento del 3,1% recomendado por los expertos, lo que elevaría el SMI de 1.184 a 1.221 euros brutos mensuales, es decir, 37 euros más, siempre que se mantenga al margen del IRPF.
Tras las vacaciones de Navidad, Trabajo prevé presentar su propuesta formal, alineada con el criterio de la comisión asesora en el escenario de que el salario mínimo continúe sin tributar. Una opción a la que se muestra abierta el Ministerio de Hacienda, según fuentes gubernamentales, que apuntan a la voluntad de mantener la deducción introducida el año pasado para que, en la práctica, el SMI siga quedando exento de impuestos para la mayoría de quienes lo perciben.
La intención del Gobierno es cerrar la subida del salario mínimo a finales de enero para que entre en vigor con carácter retroactivo desde el 1 de enero. El incremento se aprobaría mediante real decreto, una vía que no requiere convalidación parlamentaria y que corresponde exclusivamente al Ejecutivo, tras escuchar a los agentes sociales. Aun así, desde el Ministerio de Trabajo insisten en que el objetivo es alcanzar un acuerdo, según recoge Agencia EFE.
El acuerdo pasa por la directiva europea
El Ministerio de Trabajo considera que la transposición de la directiva europea puede convertirse en una palanca clave dentro de la negociación del salario mínimo. La idea que maneja el departamento que dirige Yolanda Díaz pasa por utilizar ese marco legal para acercar posturas, siempre que la patronal aceptara limitar parcialmente la absorción de complementos salariales a cambio de respaldar una subida del 3,1% del SMI.