Garamendi acusa a Trabajo de apartar a la patronal de la negociación sobre permisos para imponer “rodillo y monólogo social”

Garamendi acusa a Trabajo de expulsar a la CEOE de la mesa de permisos por fallecimiento y de imponer su agenda mediante “rodillo del BOE y monólogo social”.

El presidente de CEOE, Antonio GaramendiIñaki Berasaluce - Europa Press

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, sostiene que la patronal no abandonó este jueves la mesa de diálogo sobre los permisos por fallecimiento, sino que fue la propia titular de Trabajo, Yolanda Díaz, quien “les ha echado” con el fin de sacar adelante su “última ocurrencia” mediante el “rodillo del BOE y el monólogo social”. “Eso lo hacía Franco”, ha denunciado.

Garamendi se ha referido así a la reunión fallida celebrada este pasado martes, en la que se abordaba la propuesta del Ministerio de ampliar los permisos de fallecimiento hasta diez días —frente a los dos días, ampliables a cuatro, que rigen en la actualidad—. Tras ese encuentro, Trabajo dio por cerrada la negociación con la patronal y decidió continuar buscando un acuerdo únicamente con CCOO y UGT.

Desde su punto de vista, “se está utilizando el ministerio para hacer política porque no es el Ministerio de Trabajo, es el ministerio de un partido que lo plantea para hacer su política, y nosotros ahí no vamos a jugar”, ha señalado, insistiendo en que la CEOE no ha abandonado la mesa. “Seguimos en la mesa y vamos a ir hablando a través de los convenios y a través del diálogo social, con los sindicatos, para que la negociación colectiva fluya porque tiene que ser así”, ha reiterado.

Frente a ello, considera que el Ministerio de Trabajo “está empeñado en ir minando ese espacio de diálogo social y de concertación para imponer a través del Ministerio su programa político”. Ha matizado que la patronal “no discute al Gobierno”, sino que reclama su papel como interlocutor social, pero ha advertido de que “estamos viendo que se nos va laminando día a día, a través de un rodillo y de aplicar una motosierra”.

En su opinión, en el caso concreto de los permisos, como en otras “ocurrencias”, “no es el asunto, es cómo se hacen las cosas, porque los empresarios hemos demostrado en esta legislatura y en la anterior, la capacidad de diálogo que tenemos”. Ha recalcado que la negociación colectiva “fluye y funciona y es la base de la mejor infraestructura del país, que es la paz social”, pero lamenta que “la realidad es que el Ministerio de Trabajo se ha empeñado en que, frente a la negociación colectiva, con ellos se va a una mesa donde te sientas y donde no se habla de diálogo social, sino que se habla de monólogo social”.

Según ha descrito, el procedimiento que sigue Trabajo es “traigo una norma, esta es la norma pero no me vale lo que puedas aportar, lo que puedas decir, porque es la que yo digo y la que va a ser” y, ha añadido, “es más, como pienso que lo puedo aplicar, pues lo hago”.

“No podemos consentir” el uso de reglamentos

Bajo el epígrafe “NO PODEMOS CONSENTIR”, Garamendi ha proseguido denunciando que “como parece que en el Congreso igual no te salen las cosas, en vez de hablar de un proyecto de ley, en vez de hablar de un real decreto ley, que habría que ir al Parlamento y nos puede gustar o no nos puede gustar, pero es lo que la democracia marca, ahora voy a intentar hacerlo a través de reglamentos. Eso lo hacía Franco y eso es lo que nosotros no podemos consentir”, ha asegurado.

En relación con la reunión de este jueves, ha insistido en que la patronal no se levantó de la mesa, sino que “fue el ministerio el que decidió irse a otro cuarto con los sindicatos a hablar de las cosas y decir que lo van a hacer” y ha recalcado que “el diálogo del Gobierno con los sindicatos solo no es diálogo social, es monólogo social, porque lo que se está aplicando es, aquí tengo la vara de medir, que es el BOE, e inmediatamente la aplico”.

Tras advertir de que resulta “difícil negociar temas en la negociación colectiva cuando directamente el Gobierno sobrepasa la propia negociación”, Garamendi ha concluido que, de nuevo, en la cuestión de los permisos de fallecimiento, “lo que se intenta es poner en la picota a las empresas y a los empresarios y culpar a los empresarios absolutamente de todos los males que pasen a la sociedad”.

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