Las plataformas audiovisuales se han convertido en un gasto fijo en los hogares, comparable a los suministros básicos o la cuota del gimnasio. Más de la mitad de las viviendas en España y México cuenta ya con al menos una suscripción, en un mercado global que se estima alcanzará los 1.870 millones de suscripciones en 2029, según el Informe El gasto en plataformas audiovisuales en hogares, elaborado por EAB Business School.
El desembolso no es menor. En España, el gasto anual por hogar ronda los 286 euros, de los cuales, 158 corresponden a plataformas de pago. En México, la cifra es de aproximadamente 75 euros, inferior en términos absolutos, pero más elevada en esfuerzo económico relativo. El streaming se integra así en la lista de recibos mensuales que compiten con la luz, el teléfono o el servicio de internet.
Las tarifas se disparan
Las tarifas han aumentado muy por encima de la inflación: entre 2015 y 2025, el incremento alcanza el 81,7% en España, frente al 18,5% de la inflación general. Este encarecimiento ha generado malestar entre los consumidores, cancelaciones y estrategias para abaratar costes, como el uso compartido de cuentas, apuntan en el estudio.
El modelo de negocio se diversifica. El SVOD (suscripción de pago) convive con las modalidades FAST y AVOD (gratuitas con publicidad), cada vez más extendidas.
Los efectos de la pandemia en el ‘streaming’
La pandemia consolidó el streaming como hábito cotidiano y aceleró tanto su expansión como el incremento de precios.
La “fatiga del abonado” es palpable. En España, el 64% de los hogares paga más de una suscripción y el 15% mantiene tres o más, mientras que el usuario promedio en Estados Unidos acumula casi cinco. El equilibrio es frágil: se paga por acceso a contenido exclusivo y calidad de experiencia, pero se cancela por el precio, la falta de atractivo de la oferta o el uso limitado.
Los patrones de consumo se fragmentan: aumento de la multipantalla y del visionado simultáneo en el hogar, con los niños actuando como motor de mayor gasto y tiempo de consumo. Plataformas como YouTube y Twitch representan la vertiente gratuita e interactiva del streaming, especialmente relevante entre jóvenes y adolescentes.
El futuro se perfila híbrido, sostienen en EAB Business School: “Pago sin anuncios para quienes priorizan calidad y continuidad; y modelos con publicidad para quienes buscan reducir costes. El desafío será encontrar un equilibrio entre precio, catálogo y flexibilidad en un mercado cada vez más saturado y competitivo”.
