Ante el riesgo de colapso de Thames Water, el Gobierno británico ha contratado a expertos en bancarrotas como parte de un plan de contingencia tras la retirada de KKR, un fondo de inversión estadounidense, en junio de sus esfuerzos por salvar a la empresa.
De acuerdo con informes de ‘Sky News’, el ministro de Medio Ambiente, Steve Reed, ha autorizado a FTI Consulting para que asesore al gobierno en caso de que decidan gestionar la mayor empresa de agua del país bajo un régimen de administración especial, lo que sería similar a una nacionalización temporal.
El gobierno de Londres está esforzándose por evitar esta medida debido a que podría implicar un desembolso de alrededor de 4.000 millones de libras (4.635 millones de euros) de las finanzas públicas. Actualmente, Thames Water tiene deudas que ascienden a casi 20.000 millones de libras (23.175 millones de euros).
La normativa vigente permite que estos costos puedan ser recuperados posteriormente incrementando las tarifas a los consumidores.
En estos momentos, Thames Water está negociando con Ofwat, el regulador del sector, para obtener un capital adicional de hasta 5.000 millones de libras (5.794 millones de euros), y la anulación de sanciones pendientes de 1.000 millones de libras (1.159 millones de euros) por deficiencias en su servicio.
«La empresa sigue siendo financieramente estable, pero hemos intensificado nuestros preparativos y estamos preparados para cualquier acontecimiento, incluida la solicitud de un régimen de administración especial si fuera necesario», ha afirmado un portavoz de Downing Street.
