Economía

Gonzalo Martín-Villa deja Telefónica para iniciar nuevos proyectos empresariales

Gonzalo Martín-Villa abandona Telefónica tras más de 20 años para lanzar nuevos proyectos, en plena negociación del ERE que afecta a siete filiales.

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Archivo - Fachada de la sede de Telefónica, en Madrid (España) Eduardo Parra - Europa Press - Archivo

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Gonzalo Martín-Villa, actual director general de la división de Infraestructuras, Activos Inmobiliarios y Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de Telefónica, abandonará próximamente la compañía para emprender nuevos proyectos empresariales, según han confirmado a Europa Press fuentes conocedoras de la situación.

Su marcha pondrá punto final a una trayectoria de más de veinte años en el grupo de telecomunicaciones, tal y como avanzaron este martes “El Economista” y “El Confidencial”.

Hasta ahora, Martín-Villa reportaba de forma directa a Javier de Paz, director adjunto al presidente, Marc Murtra, y máximo responsable del área de Infraestructuras, Activos Inmobiliarios y RSC.

Telefónica creó recientemente esta nueva área de actividad bajo la dirección de De Paz, que asumió estas funciones tras dejar su puesto en el consejo de administración a finales de octubre.

Martín-Villa, procedente de Telefónica Tech, fue nombrado director general (“chief business officer”) de la división en el momento de su puesta en marcha y pasó a depender directamente de De Paz. Con anterioridad, ocupaba el cargo de director de operaciones de Telefónica Tech para Reino Unido, Irlanda y Europa Central.

Dentro del grupo, también fue fundador y consejero delegado de Wayra, el vehículo de capital riesgo de Telefónica para empresas emergentes.

La salida de Martín-Villa coincide con la semana en la que la compañía y los sindicatos han cerrado los acuerdos para los expedientes de regulación de empleo (ERE) que afectarán a siete filiales del grupo, con un volumen mínimo de salidas que finalmente se ha reducido a 4.525.

Telefónica estima que el ERE, que impactará en siete sociedades del grupo, tendrá un coste aproximado de 2.500 millones de euros y generará un ahorro anual de 600 millones a partir de 2028.