Un estudio reciente revela que muchos españoles que utilizan los servicios bancarios no están seguros de si las oficinas bancarias están equipadas para asistir adecuadamente a personas mayores de 65 años o a individuos con discapacidad. Esta información proviene del último barómetro del CIS, difundido el pasado jueves.
De aquellos que han realizado operaciones bancarias en el último año, un 47,9% desconoce si las instalaciones de su banco están adaptadas para mayores de 65 años. En lo que respecta a las personas con discapacidad, la cifra asciende al 56,3%.
En detalles específicos, un 25,6% de los usuarios mayores confirma que su sucursal no cuenta con servicios adaptados, frente a un 23,2% que asegura lo contrario. En relación con los cajeros automáticos, un 33,9% indica que están adaptados para mayores, mientras que un 28,1% opina que no, y un 34,2% no tiene conocimiento al respecto.
Por otro lado, un 19,4% de los encuestados con discapacidad menciona que sus oficinas tienen sistemas adaptados, en contraste con un 20,9% que desconoce esta información. Sobre los cajeros, un 39,2% afirma que están preparados para atender a este grupo, un 24,9% dice que no y un 32,2% no sabe.
En cuanto al uso general de los servicios bancarios, los cajeros automáticos y la banca «online» se posicionan como las opciones más utilizadas por el 72,5% de los usuarios. La sucursal sigue siendo una opción importante, siendo la elección principal para el 60,7% de los encuestados. Entre aquellos que no usan la banca «online», un 61,8% prefiere visitar la sucursal o llamar por teléfono. Otros motivos incluyen la falta de conocimiento sobre cómo utilizar estos servicios (49,7%) y el miedo a ser víctimas de fraude (38,3%).