La relevante industria de Europa, congregada en la Mesa Redonda Industrial (ERT), un foro de destacadas compañías industriales y tecnológicas del continente, donde participan líderes de Iberdrola, Telefónica, Ferrovial e Inditex, ha manifestado un apoyo cauteloso al reciente acuerdo entre Estados Unidos y la Unión Europea, evitando de esta manera una potencial guerra comercial.
En una declaración, esta entidad que representa a los directores y presidentes de las 60 más influyentes empresas industriales y tecnológicas europeas, muchas de las cuales tienen fuertes lazos e inversiones en Estados Unidos, sugiere que este acuerdo debe contribuir a reinstaurar la predictibilidad esencial tras un tiempo de considerable incertidumbre. Esto debería permitir a las corporaciones e inversores de ambos lados del Atlántico planificar con más seguridad.
Además, la ERT anticipa que pronto se logren acuerdos favorables en sectores clave que todavía no están cubiertos por el acuerdo preliminar anunciado recientemente.
De cara al futuro, la ERT espera que tanto EEUU como la UE enfoquen sus esfuerzos en alcanzar pactos más extensos que eliminen todas las barreras restantes a la inversión y el comercio transatlántico, con el objetivo de maximizar las enormes oportunidades que la relación económica transatlántica brinda para el crecimiento y la prosperidad de ciudadanos, empresas y comunidades de ambas regiones, permitiendo así que la asociación económica más valiosa del mundo vuelva a prosperar.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, concretaron este domingo un acuerdo para resolver su disputa comercial imponiendo un arancel del 15% a productos europeos destinados al mercado estadounidense, comprometiendo además al bloque europeo a realizar inversiones adicionales y compras de energía y equipo militar.
Donald Trump especificó que el acuerdo integra un arancel del 15% sobre los productos de la UE que ingresan a Estados Unidos. Además, Bruselas llevará a cabo compras de energía estadounidense por un valor de 750.000 millones de dólares (638.000 millones de euros), inversiones por 600.000 millones de dólares (510.000 millones de euros) y la adquisición de una enorme cantidad de equipo militar estadounidense.