Jordi Hereu, ministro de Industria y Turismo, ha defendido la fortificación de la industria española tras el acuerdo comercial alcanzado por la Comisión Europea con Estados Unidos, acuerdo que implica que la Unión Europea cedió ante la demanda de la Casa Blanca de reducir aranceles a productos agrícolas y pesqueros estadounidenses, con el objetivo de lograr una disminución en los recargos a la industria automotriz europea.
En este contexto, Hereu ha admitido que el acuerdo no es el mejor deseable ni perfecto. el mejor acuerdo comercial deseable, no es perfecto, pero evita la guerra comercial, nos da puntos de certidumbre en el marco internacional y yo creo que la certidumbre tiene un gran valor económico e industrial, y nos permite defender y desarrollar nuestros sectores industriales, comentó Hereu en el Pleno del Senado, en respuesta a una consulta de la política de EH Bildu Idurre Bideguren Gabantxo.
PELIGRO DE LA GUERRA COMERCIAL
Hereu reafirmó que España, dentro de la UE, promueve la idea de potenciar la industria europea. La nueva situación arancelaria y el riesgo de una guerra comercial refuerzan nuestra convicción de fortalecer desde España la industria europea y su autonomía estratégica, afirmó Hereu, insistiendo en que la mejor contribución que pueden ofrecer es el fortalecimiento de la industria en España.
Además, destacó la necesidad de una política industrial europea más efectiva, mencionando que España es líder en el desarrollo industrial del continente. Los indicadores industriales en España están alcanzando máximos históricos de una serie de 30 años, y los indicadores como el PMI muestran que estamos en plena expansión industrial, señaló Hereu, subrayando que, a partir de esta realidad, el Gobierno está trabajando para que Europa tenga una clara estrategia de autonomía estratégica industrial.
ESFUERZOS PARA PALIAR LOS EFECTOS NEGATIVOS DE LOS ARANCELES
Por su parte, la senadora Idurre Bideguren describió como humillante para la mayoría de los europeos la imagen del acuerdo arancelario, con una presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, cabizbaja y un jefe del Ejecutivo estadounidense, Donald Trump, altivo. El acuerdo es desesperanzador, expresó la política independentista, destacando que esta situación preocupa a muchas empresas.
Bideguren se centró en la industria vasca, de perfil exportador, señalando que todo esfuerzo para paliar el efecto negativo de los aranceles será necesario. Además, expresó su preocupación de que para cumplir el acuerdo se puedan realizar recortes en la regulación ambiental, de seguridad alimentaria o de los compromisos de descarbonización.
Este acuerdo nos hace cada vez más dependientes de Estados Unidos y, por lo tanto, cada vez más vulnerables, concluyó Bideguren, solicitando contundencia al Ejecutivo en su posicionamiento en este momento tan decisivo. Está en juego el futuro de la industria, la competitividad, pero también está en juego la credibilidad política e institucional.
