El presidente ejecutivo de Globalia y Air Europa, Juan José Hidalgo, seguirá manteniendo el control completo de la aerolínea a pesar de la incorporación de Turkish Airlines, que ha pasado a ser propietaria del 26% del capital y podrá acceder al consejo de administración.
En declaraciones a Europa Press durante la reinauguración de su hotel en Santo Domingo (República Dominicana), el Santo Domingo Bay Convention Resort, Hidalgo detalló que todavía no se ha concretado si la compañía turca ocupará un asiento en el consejo ni qué influencia podría llegar a tener, pero subraya que esta cuestión no le genera inquietud.
“Yo soy el presidente, tengo todas las potestades y todos los cargos”, remarcó Hidalgo, que desde la semana pasada figura también como consejero delegado solidario, una fórmula societaria creada por un “tema de firmas”.
El empresario señaló igualmente que tanto Turkish como IAG, que controla el 20% de Air Europa, no han destinado recursos a la aerolínea “para hacer sinergias operativas”, sino porque consideran que se trata de una “empresa modélica”.
Gracias a estas inyecciones de capital, la valoración de Air Europa se sitúa en casi 1.200 millones de euros. Hidalgo sostiene que la compañía “lo vale” y que esta cifra se justifica por su estructura empresarial y por la evolución de su cuenta de resultados.
Una nueva etapa tras saldar la deuda
Tras la operación con Turkish y la amortización de los créditos recibidos durante la crisis sanitaria, Air Europa afronta ahora una fase distinta como “una empresa saneadas, sin deudas y con un futuro muy importante”.
Sin embargo, el margen para seguir creciendo se ve condicionado porque la aerolínea tiene actualmente toda su flota en servicio y el mercado sufre escasez de aviones por los problemas de la cadena de suministro que afectan a los dos grandes fabricantes, Airbus y Boeing.
“Todo lo que se pueda planificar será a partir de 2032”, apuntó el presidente, cuya compañía opera hoy con una flota íntegramente Boeing —787 Dreamliner y 737 MAX—, aunque el mes pasado cerró un acuerdo con Airbus para la adquisición de hasta 40 A350-900, ante los extensos plazos de entrega del constructor estadounidense. La llegada de estos Airbus, prevista a partir de 2028, no implicará un incremento del número de aeronaves, pero sí un aumento de la capacidad de plazas.
Por este motivo, todavía no está claro “hasta dónde van a llegar” los planes conjuntos con Turkish. Sobre la mesa figura la opción de programar un segundo vuelo entre Madrid y Estambul y una conexión adicional que una ambas ciudades con Barcelona, además de dos cargueros dedicados, aunque se trata aún de “ideas que se están discutiendo y analizando”.
En paralelo, la aerolínea prevé para el próximo verano la puesta en marcha de nuevas rutas a Marrakech, Tánger y Túnez, así como a Johannesburgo (Sudáfrica), si bien esta última conexión continúa sin fecha concreta.
Turkish entra en el capital y permite adelantar pagos
El pasado 6 de noviembre, Air Europa formalizó un acuerdo con Turkish Airlines por el que la aerolínea turca tomará un 26% del capital mediante una aportación de 300 millones de euros. Esta nueva financiación posibilitó adelantar la devolución del préstamo de 475 millones concedido por la SEPI.
Las conversaciones para cerrar la operación se iniciaron antes del verano, bajo la dirección de Javier Hidalgo y su equipo, que han pilotado el proceso hasta su culminación. La transacción sitúa la valoración de la aerolínea en torno a 1.175 millones de euros.
Con estos recursos, la compañía canceló tanto el préstamo ordinario como el participativo con la SEPI, junto con los intereses generados, por un importe cercano a 500 millones de euros, anticipándose un año al calendario pactado. Además, en mayo ya había saldado los 141 millones de euros, más sus intereses, del crédito bancario obtenido en mayo de 2020 con el respaldo del Instituto de Crédito Oficial (ICO).
En aquel momento, Air Europa subrayó que cerraba “una importante etapa en el proceso de desapalancamiento financiero abordado en los últimos años, confirmando el acierto en la estrategia de gestión”.
La entrada de Turkish Airlines se considera “un hito relevante” en el negocio de la aviación comercial, ya que reúne en el accionariado a tres actores de referencia: IAG, que mantendrá el 20% del capital; Turkish Airlines; y Air Europa.
La familia Hidalgo, a través de Globalia, seguirá como accionista de referencia de la aerolínea, mientras que IAG conservará su posición actual mediante la compra de títulos a Globalia.
“Los 475 millones de euros prestados por la SEPI fueron esenciales no sólo para garantizar la recuperación completa de la actividad tras la pandemia, sino también para generar un retorno muy positivo en la actividad económica nacional”, subraya la compañía, que logró mantener a sus 4.000 empleados y crear otros 600 puestos de trabajo.
Durante este periodo, Air Europa ha llegado a pagar al Estado en concepto de intereses cerca de 70.000 euros diarios, lo que suma más de 97,2 millones de euros, equivalentes a un 20% adicional sobre el capital recibido por parte de la SEPI.
