La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha considerado “decepcionante” que Airbus haya reducido su objetivo de entregas de aviones comerciales para 2025 hasta situarlo en torno a 790 unidades, unos 30 aparatos menos que en su anterior guía, tras los recientes problemas de software y los posibles fallos de calidad detectados en el fuselaje de los A320.
Su director general, Willie Walsh, se pronunció en estos términos durante un acto celebrado en Ginebra (Suiza), donde censuró que este recorte tendrá un impacto económico directo en las aerolíneas, obligadas a mantener durante más tiempo contratos de arrendamiento “costosos” y a seguir operando flotas más antiguas, según informa “Bloomberg”.
Walsh añadió que la decisión del fabricante europeo está dañando la percepción del sector sobre la compañía: “Estamos viendo que la gente tiene menos confianza en Airbus”. Al hilo de esta cuestión, sostuvo que Boeing genera “mucha más confianza” a la hora de cumplir los compromisos asumidos con sus clientes.
El pasado 28 de noviembre, Airbus comunicó la detección de un fallo de software en determinados modelos de la familia A320, que afectaba a unos 6.000 aviones y que obligó a implementar una actualización urgente, provocando cancelaciones y suspensiones de vuelos.
Unos días después, el grupo aeronáutico informó de que debía revisar centenares de A320 para localizar posibles paneles defectuosos, lo que se sumó a las incidencias previas y aumentó la presión sobre su cadena de producción.
Pese a la rebaja de su objetivo de entregas para este ejercicio, Airbus ha reiterado sus proyecciones financieras, tal y como ya avanzó al presentar los resultados de los nueve primeros meses de 2025. La empresa mantiene la meta de lograr un resultado neto de explotación (Ebit) ajustado de alrededor de 7.000 millones de euros y un flujo de caja libre antes de financiación a clientes de unos 4.500 millones de euros.
