Iberdrola ha conseguido un préstamo verde de 500 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones (BEI), con el respaldo de Cesce, destinado a su proyecto eólico ‘Windanker’ que se desarrolla en el mar Báltico, en territorio alemán. Ambas instituciones han confirmado esta colaboración financiera.
Esta financiación marca la primera vez que se emplea una garantía creada conjuntamente por el BEI y Cesce para apoyar iniciativas verdes de empresas españolas en el extranjero, alineándose con las metas medioambientales y climáticas de la Unión Europea.
El parque ‘Windanker’, que tendrá una capacidad de 315 MW, se estima que proporcionará energía renovable a cerca de 600.000 personas anualmente. José Sainz Armada, director de Finanzas de Iberdrola, ha subrayado que este préstamo no solo fortalece la estructura financiera del grupo, sino que «consolida la confianza de instituciones de referencia como el BEI y Cesce en su capacidad de ejecución».
Jean-Christophe Laloux, del BEI, indicó que el préstamo «contribuye a llevar la tecnología eólica más avanzada al mar Báltico, en beneficio de los consumidores alemanes y las economías locales» y ayudará a Europa a «garantizar la independencia de las importaciones de combustibles fósiles». Por su parte, Beatriz Reguero de Cesce, expresó su orgullo por «apoyar los esfuerzos de las principales empresas españolas por liderar la transición energética en Europa».
El proyecto ‘Windanker’ es parte del programa TechEU del Grupo BEI, que busca acelerar la innovación en la UE y movilizar 250.000 millones de euros en inversiones para tecnologías limpias hasta 2027. Además, contribuye significativamente a los objetivos climáticos del BEI y el plan REPowerEU, para aumentar la seguridad energética y acelerar la transición energética en Europa.
‘Windanker’ es el tercer parque eólico marino de Iberdrola en el mar Báltico y juega un papel crucial en la estrategia regional de la compañía. Contribuirá a la iniciativa REPowerEU y al Plan Nacional de Energía y Clima de Alemania, ayudando a reducir las emisiones de CO2 en unas 672.000 toneladas anuales y apoyando el objetivo de Alemania de alcanzar un 80% de energías renovables para 2030.















