Iberdrola, mediante su subsidiaria en Estados Unidos, Avangrid, ha conseguido la aprobación final para llevar a cabo el proyecto NECEC, que establecerá un vínculo eléctrico entre Estados Unidos y Canadá.
La empresa anunció que este permiso otorgado por el Departamento de Protección Ambiental de Maine constituye el último paso regulatorio necesario para finalizar uno de los proyectos más significativos en el sector energético de la región de Nueva Inglaterra, en el noreste estadounidense.
El NECEC facilitará el transporte de energía hidroeléctrica desde Quebec hasta Nueva Inglaterra, específicamente al estado de Massachusetts, a través de una línea de alta tensión que se extiende por 233 kilómetros y tiene una capacidad de 1.200 megavatios (MW), suficiente para abastecer a 1,2 millones de hogares.
Este proyecto también contribuirá a la reducción de hasta 3,6 millones de toneladas métricas de emisiones de CO2 anuales, lo que equivale a retirar de circulación a 700.000 vehículos. Además, ha generado más de 1.600 empleos durante su fase de construcción.
Una vez esté operativo a finales de este año, el proyecto mejorará la fiabilidad y seguridad del sistema eléctrico de Nueva Inglaterra, ofrecerá precios más competitivos de electricidad y fomentará el desarrollo socioeconómico de la región.
Estados Unidos representa un mercado clave para Iberdrola en su plan estratégico hasta 2028, iniciado el pasado mes de septiembre. La compañía planea invertir más de 16.000 millones de euros en el país, centrando la mayoría de estas inversiones en infraestructura de redes eléctricas y de gas.
El plan de inversión liderado por Ignacio Sánchez Galán se enfoca en la inversión continua para reconstruir y fortalecer la infraestructura de redes eléctricas y de gas en las ‘utilities’ de Nueva York y Nueva Inglaterra, que atienden a más de 3,4 millones de clientes.
Con una capacidad de generación de más de 10,5 gigavatios (GW) en 24 estados y una cartera que incluye compañías de gas y electricidad en toda la región noreste, Avangrid presta servicios a más de seis millones de hogares y empresas en Estados Unidos.