El Ibex 35 inició la sesión de este miércoles con un descenso del 0,23%, lo que provocó la pérdida del nivel psicológico de los 16.700 puntos y lo situó en los 16.669,3 enteros en torno a las 9.00 horas. La jornada está marcada por la cautela de los inversores, pendientes de la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) tras su reunión de política monetaria, en la que el mercado da por hecho un recorte de los tipos de interés.
En este escenario, el director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca y principal aspirante a relevar a Jerome Powell al frente de la Fed, Kevin Hassett, ha reiterado que ve “margen de sobra” para seguir bajando los tipos de interés.
En el ámbito corporativo español, Nerifan, sociedad participada por el empresario Manuel Lao a través de Nortia Capital Investment Holding, ha llevado a cabo la venta de 40.763.153 acciones de Sacyr, equivalentes a aproximadamente el 5,12% de su capital social, por un importe total de 150,8 millones de euros.
En el frente macroeconómico, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, presidirá este miércoles una reunión en la que se analizarán los progresos en materia de inclusión financiera y, por primera vez, los desafíos vinculados al fraude financiero digital, según ha detallado el Ministerio de Economía.
En los primeros minutos de contratación, los mayores avances dentro del Ibex 35 correspondían a ACS (+1,54%), Repsol (+0,18%), Iberdrola (+0,17%) y Naturgy (+0,08%).
En el lado opuesto, las caídas más acusadas eran las de Sacyr (-6,97%), Indra (-0,93%) y Solaria, cuyos títulos se dejaban un 0,82%.
El resto de grandes índices europeos también comenzaban la jornada en negativo. Milán retrocedía un 0,47%, París un 0,27% y tanto Fráncfort como Londres registraban descensos del 0,15%.
En el mercado de materias primas, el barril de crudo Brent, referencia para Europa, avanzaba un 0,06%, hasta los 61,98 dólares, mientras que el West Texas Intermediate (WTI), referencia en Estados Unidos, sumaba un 0,09%, hasta 58,30 dólares.
En el mercado de divisas, el euro se cambiaba por 1,1646 dólares, al tiempo que la rentabilidad exigida al bono español a 10 años descendía hasta el 3,334%.











