El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda (PP), ha criticado este lunes el cierre unilateral de la aduana comercial de Beni Enzar por Marruecos, destacando que este evento ratifica la necesidad de que la economía de Melilla oriente su mirada hacia el norte, en alusión a Andalucía, el resto de España y la Unión Europea.
En un encuentro con la prensa, Imbroda ha expresado su decepción ante la inseguridad que proyecta el país vecino, y ha planteado dudas sobre la protección legal en la frontera marroquí para las inversiones. ¿Quién va a invertir en la frontera si no hay seguridad jurídica?, preguntó, antes de cuestionar la eficacia de los esfuerzos diplomáticos entre el gobierno español y Rabat.
A pesar de esto, el líder melillense ha admitido que este nuevo cierre le afecta «un dolor limitado», ya que ha mencionado el esfuerzo realizado en los últimos años para «reducir la dependencia del comercio fronterizo mediante el impulso de sectores como la universidad, la tecnología o el turismo». No obstante, ha criticado la «escasa implicación» del Ejecutivo central con Melilla: «Estamos nadando a contracorriente», afirmó.
FRENTE POLISARIO
Durante su intervención, y a preguntas de los periodistas, Imbroda también ha sido interrogado acerca de las posibles consecuencias diplomáticas de que el PP haya invitado recientemente al Frente Polisario a su congreso nacional. A lo que el presidente respondió defendiendo la libertad de los partidos políticos españoles de establecer relaciones con quienes deseen. España es un país libre, estamos en democracia. El PP, Izquierda Unida o cualquier otra formación pueden invitar a quien quieran, declaró, cuestionando el nivel de respeto de Marruecos hacia el Gobierno de España.
¿Ahora nos castigan con un problema internacional por algo así? ¿Qué respeto le tienen al Gobierno de España estos señores?, enfatizó Imbroda, subrayando que la responsabilidad de la situación actual recae en el Gobierno de España. El Gobierno de España es quien lleva la nación, no podemos permitir bajo ningún concepto que nos impongan este tipo de situaciones, concluyó.
La aduana comercial de Beni Enzar, que había reabierto parcialmente en enero de este año después de más de cinco años cerrada, volvió a cerrar sus puertas el pasado 8 de julio, sin una fecha definida para su reactivación.
Este mismo día, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha confirmado que España y Marruecos mantienen comunicación para gestionar las aduanas y ha refutado las afirmaciones de un cierre definitivo de las aduanas de Ceuta y Melilla, como han sugerido ciertos grupos que, según él, «quieren sabotear cualquier buena relación» entre ambos países.
De hecho, ha aclarado que el cierre de las aduanas comerciales por parte de Marruecos se ajusta al acuerdo entre ambas naciones, permitiendo «reducir e incluso paralizar temporalmente el flujo de mercancías cuando es necesario destinar todos los esfuerzos al paso de viajeros», como sucede con la Operación Paso del Estrecho (OPE), que actualmente está en curso.
Albares ha discutido sobre este tema durante su visita a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, donde participó este lunes en el curso ‘España en el mundo III’.