El ejecutivo de Sage Iberia, José Luis Martín Zabala, ha destacado este lunes los beneficios significativos de la adopción de la factura electrónica para las pequeñas y medianas empresas, indicando que podría representar un ahorro de hasta 13.500 euros anuales, además de un incremento en la productividad dentro de la Unión Europea.
“La estructuración de datos de la factura electrónica con una capa de inteligencia artificial (IA) va a permitir reducir considerablemente los errores humanos, lo que supone un ahorro de tiempos y de hasta 13.500 euros de impacto directo por una mejora y eficiencia en los procesos y en la gestión”, explicó Martín durante un evento informativo en Madrid, organizado por Sage y Europa Press.
PALANCA DE CRECIMIENTO Y DE EVOLUCIÓN
Martín subrayó la importancia de la digitalización para mejorar la productividad laboral, un desafío presente a nivel europeo, y aseguró que mediante la facturación electrónica y otros sistemas interoperables, se podría lograr una mejora del 2,6%. Destacó además que la factura electrónica actúa como un catalizador para el crecimiento empresarial, facilitando la tramitación administrativa y ayudando a combatir la morosidad, que describió como “una lacra”.
El estudio presentado por Sage también revela que una gran parte de las pymes aún gestionan sus facturas de manera manual y que un porcentaje considerable de estas se abonan con retraso. Martín destacó la necesidad de una mayor adopción de prácticas sostenibles, señalando que solo un 7,7% del sector está preparado para cumplir con los nuevos requisitos de sostenibilidad.
IMPACTO DE LA MOROSIDAD
El informe también apunta a la carga administrativa que supone el cumplimiento fiscal y cómo la morosidad afecta a más de la mitad de los empresarios encuestados, quienes han enfrentado pagos de facturas fraudulentas. “La facturación electrónica es, más que una obligatoriedad, el paso previo que se debe hacer para empujar la necesaria, y urgente digitalización de las pymes”, sostuvo Martín.
Finalmente, hizo hincapié en la importancia de la formación para que las personas puedan sacar el máximo provecho a este sistema y a las nuevas tecnologías, subrayando la reducción del fraude como uno de los principales beneficios de la implementación de la factura electrónica.
