Incremento en las estafas de verano debido a la contratación de servicios vacacionales online

Turistas con maletas, a 1 de julio de 2025, en Madrid (España). Ricardo Rubio - Europa Press

La preferencia por utilizar plataformas digitales para reservar alojamientos y actividades de ocio ha llevado a un incremento notable de las estafas vacacionales en España, convirtiéndola en uno de los países con más fraudes turísticos.

Ante esta situación, la firma jurídica onLygal ha elaborado un decálogo con diez sugerencias esenciales para que los consumidores puedan protegerse de los engaños y defender sus derechos.

Consejos fundamentales para evitar fraudes

Los especialistas alertan primero sobre las ofertas excesivamente tentadoras. Una tarifa muy baja podría indicar un posible fraude. Es vital inspeccionar los términos y condiciones antes de formalizar cualquier reserva. onLygal recomienda hacer reservas solo en sitios web oficiales y reconocidos.

Es prudente ignorar enlaces de redes sociales o mensajes directos, prefiriendo utilizar plataformas acreditadas o agencias de renombre.

Es crucial asegurarse de que el sitio web tenga certificados de seguridad, incluyendo el protocolo ‘https’ y el icono del candado. Los errores de ortografía o malas traducciones en los sitios web pueden ser indicativos de fraude.

Verificar la existencia real del alojamiento usando herramientas como Google Maps y comparando distintas plataformas de reseñas es otra medida recomendada. Las fotos genéricas o de stock también deben levantar sospechas.

La opinión de otros usuarios es decisiva. onLygal sugiere verificar las reseñas y desconfiar si no hay valoraciones o si son extremadamente positivas o muy recientes, ya que podrían haber sido manipuladas por estafadores.

Las promociones que impulsan decisiones rápidas con frases como «última oportunidad» o «muchos interesados» deben ser abordadas con cautela.

En cuanto a los pagos, se aconseja evitar métodos no seguros como transferencias directas o pagos por Bizum a desconocidos. Preferiblemente, usar tarjetas de crédito en plataformas que proporcionen protección al consumidor.

Mantener un contacto directo con el anfitrión o la empresa es vital: pedir videollamadas, fotos adicionales o verificar la licencia turística puede confirmar la legitimidad de la oferta. Los estafadores generalmente evitan o rechazan este tipo de interacción.

Para posibles reclamaciones futuras, es crucial guardar toda la documentación relacionada con la reserva. Documentos como correos electrónicos, facturas, contratos, entradas o capturas de pantalla pueden ser útiles en caso de litigios legales.

onLygal también insta a los viajeros a informarse sobre sus derechos como consumidores y los procedimientos legales en caso de fraude.

«La multiplicidad de la oferta y la facilidad de la comunicación online aumentan el riesgo de ser víctimas de estafas. A ellas se suma también el incumplimiento de las expectativas del cliente, retrasos y/o cancelaciones de vuelos o actividades en el último momento, así como pérdida o robo de equipaje», explica Natàlia Mañas, responsable del Centro de Atención Jurídica de onLygal.

«En estos casos, recomendamos reclamar, en primer lugar, a través de los canales habilitados para tal fin e intentar resolverlo por vía amistosa y negociación. Si no hay respuesta o no es productiva y se agotan todos estos recursos, se puede recurrir a la vía judicial. Para ello, es aconsejable contar con el asesoramiento de un experto legal que, tras estudiar el caso, analice las posibilidades de que la reclamación prospere», concluye.

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