Según el ‘Estudio Remuneración 2026’ de Michael Page, los salarios en España experimentarán un aumento promedio del 3,5% este año, una cifra ligeramente superior al 3,2% de 2024, gracias a una inflación más contenida y a la reforma laboral que ha fomentado los contratos indefinidos, proporcionando más estabilidad al mercado laboral. Para el año 2026, se espera un incremento similar del 3,5%, manteniendo la tendencia de 2025.
La firma de consultoría en recursos humanos indica que el alza salarial de este año también se vio influenciada por el aumento del PIB, que se estima entre el 2,6% y el 2,7%, «aunque con una mayor presión en los costes laborales para las empresas».
«La evolución de 2025 confirma la solidez del mercado laboral español en un entorno más estable. Aun así, los sectores con mayor demanda de perfiles especializados mantienen una fuerte competencia por estos profesionales, y en 2026 las empresas seguirán centradas en adaptar sus condiciones para atraer y fidelizar el talento clave para mantener su competitividad», ha afirmado Jaime Asnai, director general de Michael Page para España y Portugal.
SECTORES CON MAYOR POTENCIAL EN 2026
De acuerdo con el estudio, en 2026, sectores como el tecnológico, la industria, inmobiliario y construcción, logística y farmacéutico concentrarán grandes oportunidades laborales en España, con incrementos salariales que oscilarán entre el 4% y el 10% para perfiles especializados.
Asimismo, aunque de manera más moderada, el sector del Consumo también seguirá ofreciendo oportunidades, mientras que las grandes compañías, especialmente las del Ibex 35, «se perfilan como escenarios donde los profesionales podrán encontrar una mejor evolución en sus condiciones», sostiene la consultora.
¿QUÉ PERFILES SE DEMANDARÁN EN 2026?
Michael Page también ha resaltado que en 2026 se demandarán especialmente perfiles financieros, especialistas en Big Data, inteligencia artificial, ciberseguridad, técnicos en la industria y actuarios en el ámbito de los seguros.
Además, la consultora destaca el creciente protagonismo de la retribución variable y los beneficios sociales dentro de las políticas de compensación de las empresas, apuntando a una tendencia donde el equilibrio entre salario fijo, variable y beneficios será clave para atraer y retener talento.